Nuevas restricciones: el reclamo de los gimnasios y salones de danza.
La pandemia del COVID-19 ha desatado una crisis que afectó a todas las áreas de trabajo y educación. Una de las áreas que más ha tardado en volver a la nueva normalidad, es el área de deportes y recreación.
El miércoles por la mañana, la gobernadora a través de un decreto dispuesto por el Gobierno Provincial y Municipal informó la suspensión de gimnasios, natatorios y espacios afines para cualquier actividad física o disciplinas deportivas en espacios cerrados, así como también la realización de eventos deportivos al aire libre y en espacios cerrados.
“Dar clases es mi única fuente de ingresos, yo dependo de los alumnos que asisten a mis clases. Frente a un problema económico, somos la primera opción en desaparecer de las familias” expresó Luchi Pizzorno, profesora de baile.
Andrea Juarez es instructora de zumba y strong. Nos comenta que “esta situación no solo afecta a los profesores, también a los dueños de alquileres de salones”.
“Cuando te movés con un abono mensual, la gente tiene dinero a principio de mes, y que estas medidas se tomen justo a fin de mes, cuando nos quedamos sin ingresos, hace dudar a los alumnos de continuar con sus clases. Pagaron por algo que no podrán utilizar y tenemos que devolver el dinero, que tampoco tenemos.”
“Para poder tener un sueldo digno, necesitás un mínimo de 20 alumnos por hora. Hoy en día pagás más horas de salón para tener más alumnos, pero no llegas a un sueldo digno y es un desgaste físico super grande.”, agregaba Pizzorno.
Respecto al protocolo, suelen ser medidas similares para todos los gimnasios de Bariloche.
“Alcohol en gel al entrar, cambio de zapatillas antes de ingresar al salón, distanciamiento entre bailarines, y el barbijo lo tienen puesto hasta que comienza la clase”. También se desinfecta el salón antes de que ingrese otro grupo” “En general se respeta mucho el tema de firmar la declaración jurada. Cualquier alumno que presente síntomas respeta a sus compañeros y no viene a las clases por prevención”.
A raíz de las medidas y restricciones implementadas en el país, a lo largo de este año la población en general se vio obligada a movilizarse menos, con el impacto en la salud que ello implica. Actualmente existe un alto impacto del sedentarismo en una mayoría de la población, ya que las personas que antes de la pandemia estuvieron físicamente inactivas tienen más posibilidades de ser hospitalizadas, de necesitar cuidados intensivos y de fallecer por COVID 19.
Las personas que habían estado físicamente inactivas durante al menos dos años antes de la pandemia tenían más probabilidades de ser hospitalizadas, de necesitar cuidados intensivos y de fallecer por COVID-19 en comparación con los pacientes que mantenían una actividad física.
“La actividad física es algo integral, hay alumnos que han perdido familiares por esta enfermedad, han tenido problemas familiares o problemas económicos. Y muchas veces utilizan estos espacios como terapia, como método de distracción o para compartir sus miedos y sus angustias. Por lo que el deporte no solo es un trabajo a nivel físico, sino que también es un trabajo a nivel emocional.”
Andrea, instructora de zumba.
“Yo trabajo con adolescentes, es el momento en donde empezás a entender muchas cosas, empezás a actuar por vos mismo. Ruido Urbano es un lugar en donde todos los problemas se van por un instante, donde bailar relaja el cuerpo y también lo entrena. Yo sé que es un momento muy vulnerable en los chicos, ahí yo creo que se sienten libres y entendidos. Después volvés a una realidad que te puede gustar como no. Pero en ese momento los hiciste feliz o simplemente les cambiaste el día.”
Luchi Pizzorno, profesora de baile.
Recordamos que estas medidas dictadas hasta el 13 de mayo, podrán ser extendidas en caso de que lo decrete gobernadora.
Foto de portada: Facundo Pardo.