Indignación en la comunidad educativa de la escuela 310.
Los padres de los niños que forman parte de la escuela primaria n°310 de Bariloche, se hicieron presentes el 31 de agosto sobre la calles Onelli y Sobral para reclamar sobre las condiciones del comedor de la institución. El reclamo trata sobre la falta de entrega de comida a los chicos que se esta viviendo en la vuelta a la presencialidad sin sistema de burbujas.
A partir de la vuelta a la presencialidad sin burbujas, en la institución de la escuela primaria n°310 el Equipo Directivo del mismo informó a los padres que los y las alumnas que cumplen un horario de jornada extendida (8:30am a 16:30pm) deberían llevar al colegio para almorzar una vianda fría ya que por medidas protocolares el comedor de la escuela no les podría servir la comida correspondiente. Esto generó revuelo entre los padres y docentes lo que provocó que se hicieran cartas reclamando la situación, “hay muchos nenes que no tienen para traer una vianda desde sus hogares, ” expresa Carolina, una mamá que reclama por la situación que se esta viviendo dentro de la institución.
Beatriz Alarcón, consejera de Educación de Zona Andina, afirmó que la vuelta a la presencialidad sería solamente en “jornadas simples” y que “los comedores no son aconsejados por el Ministerio de Salud“. En una charla con Canal 6, destacó que los y las alumnas no se retirarían a las 16:30pm sino que lo harían a las 12:30h. Sin embargo otra madre cuenta que hubieron chicos que salieron a las 14:30 y otros 16:30, ocasionando que pocos tuvieran una vianda para comer y los demás tuvieron que retirarse a sus casas para poder almorzar.
Una madre nos cuenta que las familias están de acuerdo con volver a la presencialidad pero con el comedor funcionando “como abren restaurante, turismo o cualquier otro organismo”, además, esta madre también habló sobre la desigualdad que se produce en esta situación “no puede un nene comer una milanesa y otro un pan u otros irse a su casa porque no tienen para comer”.
Natalia, madre que está presente, cuenta que por ejemplo su hijo, si tiene la posibilidad de llevar una vianda a la escuela pero hay muchos otros nenes que lamentablemente no la tienen, y habla de que el comedor es lo suficientemente grande para que se puedan hacer los almuerzos de manera cuidada. “Vamos a permanecer acá hasta que nos aseguren que se retiran al mediodía, que vuelven las burbujas o que abran el comedor“.
“Estamos de acuerdo con la presencialidad porque sabemos que nuestros hijos tienen que estar en la escuela, pero si funciona con este horario hasta la tarde, tienen que darles la comida”.
Natalia, hablando por ella y todos los padres de los niños y niñas que pertecen a la institución.