CHIARA PAEZ Y EL INICIO DEL #NIUNAMENOS
Chiara fue vista por última vez el 9 de mayo de 2015 alrededor de la 1:30, en las inmediaciones de la escuela de Educación Técnica Nº 28 de la localidad de Rufino, al sur de Santa Fe, cuando iba a encontrarse con unas amigas con las que nunca llegó a encontrarse. Mientras se realizaban rastrillajes para dar con su paradero, en la casa donde estaba enterrada la adolescente se realizaba un asado.
Su cuerpo fue descubierto en casa de los abuelos de su novio, Manuel Mansilla, de 16 años. El joven asumió la culpabilidad pero en tres oportunidades se comprobó que mintió en el relato sobre cómo la mató.
El teléfono móvil de Chiara fue hallado en un descampado, a cuatro cuadras de la casa de Manuel. No tenía batería. Tampoco el chip, que luego fue activado varias veces desde otro celular.
El cadáver fue localizado enterrado en un pozo de un metro de diámetro y 88 centímetros de profundidad. Según la autopsia Chiara fue asesinada a golpes. La joven estaba embarazada de tres meses y tenía restos de Oxaprost -antinflamatorio usado para abortar- en su cuerpo.
Días antes de que fuera asesinada, Chiara le había contado a su tía que estaba embarazada y ella le había pasado la noticia a su mamá. Verónica (mamá de Chiara) le prometió que ella la iba a ayudar a criarlo y decidieron seguir con el embarazo.
“Chiari le había contado a su tía que estaba embarazada y que la familia de él la presionaba para que se lo sacara. Estaba muy asustada, le dijo que abortaba o se quitaba la vida”, cuenta Verónica
El 8 de septiembre de 2017 Manuel Mansilla fue condenado a 21 años de cárcel. El juez de menores Javier Prado sostuvo en su fallo que “Mansilla mató a Páez despreciando su condición de mujer y conociendo su embarazo”. Prado dio por probado que Chiara murió por la paliza que le propinó su novio “en un contexto de violencia de género” y destacó la falta de arrepentimiento del adolescente.
La familia de Chiara reclama que la condena se haga extensiva a los abuelos de Mansilla, en la causa que investiga la Justicia ordinaria. La familia de la víctima sostiene que Manuel Mansilla necesitó ayuda para cavar un pozo, arrastrar hasta allí el cadáver de su novia y enterrarlo.
El femicidio de Chiara fue el nacimiento del famoso #NiUnaMenos, que se ha extendido a países de América Latina. La primera marcha del movimiento fue el 3 de junio de 2015 en ochenta ciudades distintas de Argentina y logró ser unas de las marchas mas multitudinarias en la historia del país.
Gracias a este movimiento también se puso los femicidios en la agenda política y logró que el estado por primera vez difundiese estadísticas públicas y ampliase mecanismos de prevención y ayuda a las víctimas.