María Elena Walsh: una artista adelantada a su época.
El 1 de febrero de 1930 nació María Elena Walsh. Fue compositora, escritora, dramaturga y sobre todo, una prócer cultural de Argentina. Marcó la infancia de muchos y acompañó la vida de los argentinos, desde sus canciones y cuentos infantiles hasta sus poemas y obras teatrales juveniles y para adultos.
Su primer libro lo publicó a los 17 años, era de poemas que había escrito desde los 15 años y se llamaba “Otoño imperdonable”, con el que llamó la atención de conocidísimos escritores como Jorge Luis Borges, Pablo Neruda y Silvina Ocampos.
Desde 1952, Walsh se juntó con Valladares y viajó a Europa para componer canciones infantiles y también libros, como por ejemplo “El Reino del Revés”, “Manuelita”, “Chaucha y Palito”, entre otros.
Sin embargo, no sólo revolucionó la escritura infantil, sino también se reveló en contra de la dictura, el machismo y el menemismo en los años 90, escribiendo poemas, textos y canciones muy adelantados para su época.
En canciones como “La Cigarra” y el libro “El Reino del Revés”, la escritora denuncia las injusticias y la censura que sufrió en los 70′. En uno de sus textos publicado en Clarín en el año 1979 escribe “Hace tiempo que somos como niños y no podemos decir lo que pensamos o imaginamos. (…) Sí, la firmante se preocupó por la infancia, pero jamás pensó que iba a vivir en un País-Jardín-de-Infantes. Menos imaginó que ese país podría llegar a parecerse peligrosamente a la España de Franco, si seguimos apañando a sus celadores”.
Luego, en 1980, publica el texto “Sepa usted por qué es machista” en la revista Humor, donde enumera 24 puntos para desnudar el machismo. Algunos de esos son: “Porque su mamá es una santa, por lo tanto las demás mujeres son unas brujas”, “Porque todo ese asunto de la gestación y el parto le da miedo y asquete, como la Educación Sexual al Ministro de Educación”, “Porque no soporta la idea de un rechazo sexual hacia usted o hacia otro, y cree que la bella siempre tiene que estar a disposición de la bestia”, entre otras. Todas las características que definen al machismo son cuestiones planteadas hoy en día, y que resultan impensadas en otro tiempo; sin embargo María Elena Walsh ya lo había cuestionado y no sólo eso, sino que también lo había publicado temerariamente en una revista.
En 1991 publica en el diario Clarin un poema llamado “Pena de Muerte”, una crítica a la decisión del entonces presidente Menem de impulsar una ley a favor de la pena de muerte. “Fui lapidada por adúltera. Mi esposo, que tenía manceba en casa y fuera de ella, arrojó la primera piedra, autorizado por los doctores de la ley y a la vista de mis hijos.//Me arrojaron a los leones por profesar una religión diferente a la del Estado.//Fui descuartizado por rebelarme contra la autoridad colonial”, expresa un fragmento del mismo.
Hoy en día podemos decir que, además de ser una gran personalidad de la cultura Argentina, es una luchadora por los derechos de las mujeres, de la libertad de expresión y de la comunidad LGBT+.
Es sabido, que Walsh era lesbiana y que estuvo en pareja con Sara Facio, a quien conoció en una sesión de fotos en 1965. Fueron pareja hasta el 2011, cuando la cantautora falleció. Jamás se refirieron a su sexualidad, simplemente vivieron con libertad sin buscar aceptación.
Las palabras quedan cortas para describir a María, fue una artista completa, militante y feminista. Mediante sus letras inocentes y ritmos pegadizos, deslizaba mensajes poderos, políticos y de lucha. Hoy en día, sigue presente su dulzura en la vida de niños y adultos, de generación en generación y de argentino a argentino.