Crónica de una represión anunciada

La CGT, otros sindicatos, organizaciones sociales y partidos de izquierda se movilizaron este miércoles, en una breve pero masiva marcha, en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia lanzado por el gobierno de Javier Milei que deroga y modifica 300 leyes en pos de “desregularizar la economía”. Hubo represión, 6 detenidos y 1 herido.

Cordón policial bloquea el paso de los manifestantes hacia Avenida Corrientes. Foto: Joaquin Escolar

La Confederación General del Trabajo, sindicatos como la CTA, UPCN y ATE, organizaciones sociales y partidos de izquierda como el Movimiento Evita, Polo Obrero, UTEP, Frente de Organizaciones en Lucha y la Unidad Piquetera marcharon desde las 12 horas en Plaza Lavalle, Talcahuano 624, donde se encuentra el Palacio de Tribunales, para pedirle a los jueces de la Suprema Corte de la Nación que dejen sin efecto el DNU por su carácter inconstitucional.

En paralelo, los controles en los accesos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires frenaban a los colectivos y ómnibus escolares que trasladaban a supuestos piqueteros a los que el Gobierno de Javier Milei califica como peligrosos. En la localidad de Zárate, el vehículo que trasladó a Carlos “Perro” Santillán, gremialista de los municipales de Jujuy, y otras 45 personas más, fue detenido por -según gendarmería- incumplir con los papeles pedidos para circular.

El protocolo antipiquetes que impulsó la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich no funcionó. Una plaza llena al grito de: “Qué boludos, qué boludos, ahora el protocolo se lo meten en el culo” los manifestantes celebraron el fracaso de la medida inusual y poco efectiva que implementó el Gobierno Nacional para evitar los cortes en el tránsito porteño.

Al cierre de la marcha, la CGT leyó un documento titulado “Somos los trabajadores, no somos la casta” en contra del DNU que recordó las propuestas del Presidente en campaña. “Prometió hacer un ajuste que lo pagaría la casta política y que los trabajadores recibiríamos los beneficios de ese recorte. Pero su primer acto de gobierno es un Decreto de Necesidad y Urgencia que introduce una feroz reforma laboral regresiva cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores, cercenar la actividad sindical y solo privilegiar intereses empresariales”.

Los militantes y agremiados comenzaron a retirarse. La plaza se vaciaba y quedaron aquellos manifestantes que no respondían a ninguna de las organizaciones presentes pero querían demostrar su malestar con las medidas de la flamante administración. Caminaron una cuadra hasta Avenida Corrientes, muchos al lado de Juan Grabois que se fue escoltado por gente que le expresó su cariño y apoyo, y otros de manera individual, sin banderas pero con carteles que denotaban su expresión.

Allí, se formó una nueva marcha. Independientes, peronistas no agrupados y militantes de izquierda se posaron sobre los dos carriles peatonales de la avenida y se encontraron con un cordón policial que terminó, paradójicamente, irrumpiendo el tránsito. Los manifestantes, en un intento de hacer recapacitar a los efectivos de seguridad, le gritaron a los efectivos de seguridad: “¿Que diría tu madre si te viera reprimir?”, “¿tenemos más en común nosotros que a los que defendes?” o “cuando veas lo que hizo este gobierno, te vas a arrepentir de haber puesto el pecho por ellos”.

La reacción fue inmediata. A uno de los agentes de tránsito que le hablaron le cambió completamente la cara. Su preocupación por el futuro del país, el momento que estaba viviendo, la tarea que tenía ordenada hacer se manifestaron en forma de mirada al vacío. Pensante. Reflexionando su presente y vaya a saber uno cuantas cosas mas se le cruzaron por la cabeza a ese joven que no tenía la culpa de estar ahi, no habia reprimido a nadie, no llevaba ningún escudo, ni palito de abollar ideas. Sus ganas de llorar eran inmensas.

Mientras tanto, la Policía de la Ciudad avanzó por los cuatro carriles de Corrientes. Bajaron a todo periodista que estaba sobre los canteros y empujaban a todo manifestante que se cruzaba. El enojo del pueblo se hizo sentir y algunos pequeños golpes, justificados a mi parecer, a los escudos policiales dieron como resultado una mujer con la nariz rota y 6 detenidos.

El paso firme policial siguió hasta Corrientes y Libertad. Ahí, dividieron a los manifestantes en dos grupos. Los que quedaron acorralados sobre la avenida y los que tuvieron la desgracia de quedar sobre Libertad. El primero fue desplazado hasta la rotonda del Obelisco, mientras que el segundo fue perseguido por la división motorizada de la Policía de la Ciudad hasta juntar ambos grupos de manifestantes en la Avenida 9 de Julio.

Como si fuera poco, una vez terminada la movilización, el Gobierno envió al Congreso una ley ómnibus, quiere decir que tiene muchos proyectos en su haber, que -entre otras cosas- propone delegar las facultades del Poder Legislativo al Ejecutivo, privatizar 41 empresas estatales como ARSAT, YPF, AYSA, Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas y el Banco Nación, entre otras; Eliminar las PASO, implementar la boleta única y cambiar el sistema de elección de diputados y senadores; restringir las manifestaciones en público y tomar deuda externa sin necesidad de que lo apruebe el Congreso.

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