El discurso, una herramienta que influye en la construcción identitaria de los sujetos.

En Latinoamérica el discurso es una herramienta por la cual, los presidentes o candidatos políticos intervienen en la construcción identitaria de los sujetos y por ende en sus acciones, ya que como bien sabemos desde el concepto que introduce la autora feminista Judith Butler sobre las “prácticas de significación” y la “performatividad del leguaje” cuando un sujeto público, habla o nos da un discurso, dichas palabras se llenan de significado y por ende, se transforman en acción, de allí la importancia de analizar los discursos políticos o mediatizado por los medios.

Es frecuente ver en los discursos Latinoamericanos, una fuerte resistencia y rechazo a la posición política de la mujer, esto se debe al hecho de que la mujer desde hace siglos ocupa dentro de la sociedad y por la imposición de un poder dominante y hegemónico occidental, el rol de ama de casa. Esta situación se ha ido revirtiendo a partir de las luchas feministas que plantean una desconstrucción no solo de las leyes que han sometido a la mujer a espacios privados, sino también, a las leyes morales y éticas que comparte una sociedad determinada, lo que genera como consecuencia la aprobación de tales vínculos y relaciones de poder que excluyen a la mujer de su rol político y transformador como sujeto histórico.

Esta situación no solo se alimenta por el avance de discursos que refuerzan esta relación de dominación, o subordinación, sino también de políticas de estado neoliberales, que relegan a la mujer desde lo económico a una dependencia económica, que impide a los sujetos tener la libertad de tomar sus propias decisiones. Claramente un ejemplo de ello es el discurso y las políticas del presidente actual de Chile, Sebastián Piñera quien remarca siempre la posición de una mujer que se ajusta a los intereses masculinos y se somete a un acuerdo heterosexual, que la obliga a soportar frases como “a veces no es solo la voluntad de los hombres, sino que también la posición de las mujeres de ser abusadas”. Esto nos recuerda, la importancia de los discursos, y como una palabra puede o no avalar determinados pensamientos que luego se transforman en acciones dentro de nuestra comunidad.

Por otro lado, en Argentina actualmente tenemos discursos y políticas que, por el contrario, al país vecino, acompañan a los movimientos feministas en su lucha por emancipación y autonomía, en su lucha por la vida y por su rol político capaz de transformar al mundo en un lugar menos desigual. El presidente Alberto Fernández en nuestro país, remarca la importancia de las mujeres dentro de la sociedad como motor fundamental de las luchas contra el poder hegemónico, contra el capitalismo y cualquier tipo de discriminación o política de desigualdad, fomentando su movilización y que su voz se escuche, acompañando desde su discurso inicial del primero de marzo con la apertura al Congreso del 2021, como parte de su política de estado, la necesidad de una reforma judicial que incluya la perspectiva de género.

Podemos decir entonces, que los discurso nos permite ver, no solo los problemas de género, sino también, las luchas de hegemonía y contrahegemonía, las luchas contra las políticas neoliberales y gobiernos populares, las luchas por la emancipación Latinoaméricana, el rol político del Estado, además de la influencia del uso del leguaje en la construcción de la identidad de los sujetos incentivándolos o no, a una verdadera transformación social o como diría el presidente Alberto Fernández a un nuevo contrato social.

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