Elecciones en Rio Negro: el peronismo en 4 listas, afuera los mismos de siempre.
[Opinión] En la mañana del 17 de abril ya se conocen en su mayoría los resultados de las elecciones provinciales que imponen a Alberto Weretilneck como gobernador electo de la Provincia, un resultado previsto hace un tiempo fruto de las estrategias electorales que se fueron plasmando.
Hay gran pesar en los y las peronistas de Rio Negro, por oportunidades perdidas, una elección llena de maltratos y arreglos cupulares. Casi como siempre, pero más fragmentado que nunca el peronismo no logró ni mantener el caudal de votos de la elección anterior.
Con un casi 96% de las mesas escrutadas se definen las elecciones en la provincia de Rio Negro con el triunfo del partido Juntos Somos Rio Negro que impulsa la fórmula Weretilneck-Pesatti, resta ultimar detalles sobre la conformación de la legislatura que a grandes rasgos da ventaja al oficialismo pero muy cerca de Cambia Rio Negro, que obtuvo un gran caudal de votos respecto de las elecciones generales de 2019 en donde solo logró 1 legislador.
Es así como la gran disputa electoral en cuanto al tramo de gobernador y vice quedó plasmada entre las fuerzas Juntos Somos Rio Negro y Cambia Rio Negro, muy por detrás se ubicaban las fuerzas Vamos Con Todos, Primero Rio Negro, Unidad Para La Victoria y Somos Unidad Popular y Social. El peronismo disperso en 4 listas logró darle la oportunidad a Cambia Rio Negro de tener un gran bloque en la legislatura provincial, ganando incluso en algunos circuitos 2 de los 3 legisladores que representan los mismos, como en el caso del Andino.
¿Qué conclusiones podemos sacar a primera vista de todo esto? Apuntando al oficialismo, este supo mantener su fuerza electoral con nuevos acuerdos que permitieron pluralizar de alguna manera la legislatura “uno de cada bando” podría decirse, respecto de las alianzas con el PJ y la UCR. Por otro lado, Cambia Rio Negro se posiciona como la segunda fuerza si no se suman los votos que obtuvo el peronismo con sus tantas vertientes. Por el lado del peronismo resta pensar: ¿y si iban todas las listas juntas? Una ucronía un tanto incorrecta pero que, por si no lo notaron, tan buen caudal de votos llevaron separados que tranquilamente podrían haber logrado una mayor incidencia en la legislatura, el lugar donde realmente se dan los acuerdos que deberían darse para definir los destinos de la provincia.
Perdimos (y haciéndome cargo del peronismo que llevo adentro) lugares que históricamente fueron nuestros como pasó en el 2021 cuando la banca histórica del parlamento federal quedó en manos de Anibal Tortoriello. Nuevamente sucede con varios lugares de la legislatura que había chances de mantener, pero esta estrategia errónea de llevar 4 listas del denominado “campo nacional y popular” no solo permitió más legisladores de la derecha sino un desarraigo de la mayoría de la militancia que aún apoyando alguna lista se siente defraudada.
Ver los números, ver como algunos compañeros y compañeras le dieron los votos a una gestión que endeudó la provincia en dólares, que tiene las escuelas en condiciones inhumanas, que paga bajísimos salarios a docentes, personal de salud, ni hablar del conflicto con la policía. Y por otro lado la falta de capacidad de sector no alineado con JSRN para unirse en pos de obtener (al menos) una representación importante en la legislatura de Rio Negro se suma a la constante de dejar afuera a los y las jóvenes y a los sindicatos, columna vertebral del Justicialismo históricamente (hablando por supuesto de que puedan obtener espacios importantes y no meramente testimoniales en una elección que ya estaba definida). Un dato no menor: a quienes quedaron afuera de todas las listas les pedían fiscales y que compartan sus publicidades, ¿estamos todos locos?
El surgimiento de nuevas fuerzas, con mayor o menor caudal de votos y el crecimiento de Cambia Rio Negro fue entendido por la militancia que pedía “unidad” e ignorado totalmente por las dirigencias políticas de los espacios justicialistas. Es por eso que, a partir de estas elecciones, previendo además la cercanía con las elecciones nacionales y las municipales de San Carlos de Bariloche, por ejemplo, se precisa que el peronismo como movimiento político pueda transformar su forma de definir candidaturas pero además, dar espacio de discusión a las fuerzas que tienen potencial para construir una gran base electoral porque construyen política cotidianamente. Se hace imposible pensar en la unidad si no la llevan adelante las juventudes y las y los trabajadores (reitero que son los mismo excluidos de siempre, en cada elección, en cada decisión que se toma).
Como joven peronista, militante de la Juventud Peronista, sinceramente creo que podemos transformar la realidad siempre que seamos conscientes de que venimos a mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas, pero no a rasguñar un cargo para poder cobrar un sueldo 4 años. Hace tiempo venimos pidiendo una política cotidiana, cercana a la gente, con sinceridad y humildad, no podemos seguir teniendo cúpulas dirigenciales que no conocen la realidad en que vivimos y que menos aún se preocupen por cambiarla. Quienes militamos día a día nos sentimos defraudados, no tenemos más opción que seguir militando y construir nuestra propia alternativa: en las escuelas, en los trabajos, en los barrios, en los clubes, en las calles, defendiendo lo que es nuestro.