Marielle Franco: Activista negra, lesbiana y feminista.
Marielle Franco nació el 27 de julio de 1979 en Mare, una Favela de Río. Se matriculó en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Río y, posteriormente, obtuvo un máster en administración pública en la Universidad Federal Fluminense. Además se encargó especialmente de especializarse en una problemática que la atravesaba personalmente: la seguridad de las favelas.
A sus 19 años se quedó embarazada. Su deseo de brindarle una vida mejor a su hija la motivó a estudiar y posteriormente a accionar con lo que había aprendido. Así es como en 2006 inició su carrera política, junto a Marcelo Freixo, que sería quien años más tarde la nombrara candidata a concejal de la ciudad.
En septiembre de 2016, cuando Marielle se presentó a las elecciones por el Partido “Socialismo y Libertad” , fue elegida concejal de Río de Janeiro con más de 46 mil votos. Y fue la única (como a ella le gustaba definirse) “mujer negra, lesbiana, activista política, madre a los 19 años y feminista”.
De la política, solo le interesaba lo que podría resultar útil para ayudar a las mujeres, negros, pobres y todxs aquellxs que viven marginadxs y necesitadxs. Su mandato representaba una oportunidad de realmente cambiar las cosas. Trabajó para hacer el aborto más accesible y seguro y luchó por que se abordara el tema de la seguridad de las mujeres en Brasil.“Nunca olvidó que era una mujer negra de las favelas. Nunca se comprometió ni acepto alianzas políticas con aquellos que no respetaban sus valores y los del pueblo que quería representar”. Debido a su gran trayectoria, logró convertirse en una de las principales portavoces de los grandes movimientos de mujeres en Brasil.
El 14 de marzo de 2018, Marielle llegó a “La Casa de las Negras” alrededor de las 19 horas, para mediar un debate promovido por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL). Cerca de las 21 horas se retiró del lugar junto a una asesora y el conductor del vehículo. Rápidamente otro vehículo desconocido alcanzo el de Marielle y atacó con 13 disparos a este, la concejala y el conductor fueron alcanzados por al menos tres balas cada unx, logrando el fallecimiento de ambos. La asesora fue alcanzada por esquirlas(1), fue trasladada a un hospital donde fue dada de alta. El vehículo donde se encontraban las 3 víctimas fue perseguido al menos por 4 kilómetros y más de dos automóviles.
Se descubrió que la munición utilizada para la ejecución pertenecía a un lote vendido a la Policía Federal, hecho confirmado por la Policía Civil. El jefe de la Policía Civil, Rivaldo Barbosa, trabaja con la hipótesis de ejecución porque la concejala era militante de comunidades carentes, habiendo sido muy activa en la defensa de los derechos humanos. Además habría denunciado muertes practicadas por policías. El sábado anterior a su asesinato, ella denunció al 41º Batallón de la Policía Militar, de Acari, apuntado por el Instituto de Seguridad Pública como la mayor causa de muertes en los últimos cinco años.
La reacción social al asesinato de Marielle y Anderson fue tan grande e inesperada que el nombre de la concejala comenzó a transformarse en un símbolo que, inclusive por la masividad que alcanzó, comienza a ser objeto de disputa de narrativas política e ideológicas. Y, por otro lado, esa presión de la sociedad civil puso en un brete al gobierno y a la justicia, que saben que precisan presentar pronto un resultado de la investigación y señalar un culpable. Las calles no dan tregua y la solidaridad llega de todo el mundo.
(1): Astilla o fragmento alargado y puntiagudo desprendido de un hueso fracturado, un vidrio, una piedra u otro material duro.