28J: Melisa de Oro: Maestra y trabajadora sexual.

Melisa “Meli” de Oro es la primera maestra trans de la ciudad de Buenos Aires. Militante de “AMMAR” (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina), sindicato de trabajadoras sexuales de Argentina, además integra la mesa del orgullo para la organización de la gran marcha cada noviembre en Buenos Aires.

Melisa de Oro, foto gentileza.

¿Qué significa el 28J para vos?

Fundamentalmente, es el día que comenzó de una forma más orgánica por así decirlo la resistencia al patriarcado hetero-cis. En Argentina, la fecha la tomamos como un punto de partida organizativo y fuerte en el movimiento. Es una fecha que se respeta y se valora, más allá de que acá tomemos otra fecha (primera o segunda semana de noviembre) para realizar la marcha por temas climáticos.

¿Por qué hay un día internacional de lxs trabajadorxs sexuales?

El día de lxs trabajadorxs sexuales es el 2 de junio, a raíz de un hecho sucedido en Francia 1955. Las trabajadoras sexuales tomaron las Iglesias y se “atrincheraron” en la Catedral con la meta de que sean respetadas y reconocidas como trabajadoras. Y a pesar de la violencia con la cual ocurrió el “desalojo” de estas mujeres, la fecha fue y sigue siendo muy importante a partir de 1976, año donde empezó a reconocerse y conmemorar el suceso.

¿Cuáles fueron y son tus vivencias como trabajadora sexual?

En el momento que a mi se me ofrece “debutar” en el ámbito del trabajo sexual, dudaba si tomar horas extras en el trabajo de maestra donde llevaba ya muchos años ejerciendo. Mi debut se presenta el día que salgo al boliche: un hombre me pregunta si yo ofrecía trabajo sexual y acepte. Me llevó a uno de los lugares más prestigiosos de Baires, con el mejor champagne, y la paga por supuesto fue buena.

Al yo tener ya esa duda económica y haber experimentado en el otro ámbito laboral, decidí convertirme en trabajadora sexual. Particularmente, yo atiendo en mi departamento pero ahora en situación de pandemia mantengo un círculo de clientes y clientas que son habituales hace muchos años y si voy a otros domicilios siempre es de parejas y/o personas que viven solxs y son conocidxs.

¿Cuál es la situación general de lxs trabajadorxs sexuales? ¿Quiénes son en general trabajadorxs de este ambito?

Gracias a la persecución del mal llamado “abolicionismo”, nos encontramos en la clandestinidad, y la clandestinidad mata. Un ejemplo de hostigamiento es que con la excusa de buscar drogas, la policía revisa y/o saca las pertenencias de las compañeras. Además, estamos obligadas a estar en lugares oscuros, peligrosos, escondiendonos de la policía y cámaras. Eso nos vuelve muy vulnerable a lxs delincuentes, transfobicxs y “putxsfobicos”. Las llamadas “abolicionistas” que se disfrazan con el feminismo, nos terminan recriminalizando y empujándonos a la inseguridad en vez de apoyarnos en nuestra lucha de sindicalizarnos.

Se dice mucho que solo existen trabajadoras sexuales mujeres y trans, pero no es cierto. En el ámbito hay más hombres de lo que se imaginan, pero para ellos es más fácil “disimularlo” y tampoco reciben tanto hostigamiento ni son perseguidos como nos sucede a nosotras. El trabajo sexual hoy en día es muy amplio y diverso, existe unx trabajadorx sexual para cada clase social y casi para cada gusto.

¿Como se organizan lxs trabajadorxs entre ustedes?

Hay un gran sindicato, AMMAR, y también existen sindicatos más pequeños que representan distintos sectores. Nos organizamos más que nada para que nuestro trabajo sea reconocido como tal, somos muchas compañeras que damos charlas y hablamos con funcionarixs y/o cualquier persona que tenga un alcance para hacer un cambio. También tenemos “políticas de cuidado”, nos avisamos entre todas si nos encontramos con alguien, nos juntamos en la calle buscando nunca estar solas, difundimos entre compañeras los nombres de los clientes que son violentos etc.
Tenemos una red de abogados, aliados y aliadas para situaciones puntuales de emergencia. En esta pandemia recurrimos a ellxs para ayudar a lxs compañerxs que no podían salir a trabajar por el contexto covid-19, armamos colectas y juntamos dinero para que no lxs desalojen de hoteles/viviendas.

AMMAR está conformada por mujeres cis y trans. Esa creencia de que solo esta conformada por cis, es mentira. Es 50% cis y 50% trans incluso en la conducción. Y los hombres de a poco se van integrando a estos sindicatos, pero suelen ser mas individualistas. Pero la única forma en la que se puede combatir la violencia es sindicalizarse.

¿Cuáles crees qué son las políticas o decisiones qué se deberían tomar en relación a todo esto?

Hay que lograr crear una legislación y modificar algunos artículos del código penal sobre la trata. Que se sepa identificar entre qué es el trabajo sexual, la explotación sexual y una situación de violencia que debe ser punible penalmente.

En el 2013, se presentó un proyecto de ley de emergencia para combatir otro proyecto que estaba en el congreso donde buscaba la criminalización de lxs clientxs. Ese proyecto es muy criticado por el sector“abolicionista”, pero la realidad es que las trabajadoras no lo revisamos ni analizamos porque justamente era por emergencia. Y aún así la penalización al cliente existe en varias provincias del país y por supuesto las compañeras tienen que dar trabajo sexual gratis a los coimadores para que a cambio no le quiten la plata a sus clientes. Y todo esto se realiza bajo el lema de “defensa a las mujeres” que es totalmente absurdo.

“No hay puta en el mundo que sea regulacionista o reglamentarista”. El reglamentarismo implicaría que el estado interfiera de sobremanera en el trabajo, quitándole la posibilidad de ser trabajadoras sexuales independientes. Y el regulacionismo (como es el modelo uruguayo), te da más variedad de libertades y opciones pero te obliga a inscribirte en un registro de trabajadoras sanitario. Muchas no quieren inscribirse porque su familia no sabe, por temor a que ese listado se haga público, etc.

Ahora estamos en vísperas de trabajar un nuevo proyecto de ley para el trabajo sexual, teniendo como ejemplo el modelo de Nueva Zelanda y partiendo desde el punto de vista de lxs trabajadorxs sexuales como debe ser. “La historia continúa y nosotras seguimos luchando, pese a quien le pese”.

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