Que aparezca Guadalupe.
Guadalupe Lucero es una niña de 5 años que se encuentra desaparecida desde el lunes de la semana en la provincia de San Luis, mientras jugaba con sus primos en la vereda de la casa de su abuela. El Gobierno nacional ofreció una recompensa de 2 millones de pesos para quienes aporten “información útil” que permita hallar a Guadalupe y hay más de 400 policías y bomberos la buscan por cielo, agua y tierra.
Los investigadores se sorprenden cada vez que los familiares de Guadalupe son citados a ampliar sus declaraciones, no porque aporten algún dato certero sino por la cantidad de acusaciones entre la familia del padre y de la madre de la nena. Si bien hasta ayer los únicos investigados eran los familiares de la nena, más que nada porque algunas partes de las testimoniales “no cierran”, esta situación cambió. Un dato aportado en una declaración fue chequeado por trabajos de inteligencia de la policía puntana lo que derivó en que se empiece a investigar a, al menos, una persona ajena al círculo íntimo de Guadalupe.
El otro trabajo que se lleva a cabo tiene que ver con los celulares: se rastrean todos los números de teléfono que impactaron en la antena más próxima a la casa de la tía de Guadalupe en el barrio 544 Viviendas donde la nena desapareció el pasado lunes. A medida que se encuentran teléfonos se solicita su análisis o se secuestran.
“Muchos de esos teléfonos, que obviamente incluyen los de la familia, fueron enviados a Buenos Aires para que, a través del sistema UFED, se les extraiga la información necesaria. Queremos saber que llamadas hizo la familia y cuales recibieron en los días anteriores y en las horas posteriores a la desaparición”, cuentan desde los tribunales puntanos.
Además, se sumaron a la investigación efectivos de las policías de Mendoza, Córdoba y La Pampa para intentar ampliar la zona de búsqueda. Al mismo tiempo sigue el trabajo con los perros rastreadores tanto de personas vivías como muertas. Incluso algunos sectores de la ciudad, sobre todos los descampados, fueron revisados dos veces.
A las 2:14 de la madrugada del martes, Yamila, la madre de la niña, se encontró con el mensaje “¿Quieres de regreso a Guadalupe viva?” en su teléfono celular proveniente de un número desconocido con característica mexicana, más precisamente de la zona de Puebla. En el resto de la conversación, la persona del otro lado de la línea da a entender que es el secuestrador y que tiene a la menor aunque nunca llegó a pedir un rescate. Ahora, la Justicia con el magistrado Ariel Parrillis investiga si se trata realmente de los secuestradores o de una broma de pésimo gusto. Además, a media mañana un llamado de otro teléfono desconocido llegó al mismo celular de la madre. Yamila asegura que de fondo se escuchó la voz de su hija, aunque esta versión tampoco pudo ser verificada todavía por los investigadores.
En el resto de la conversación, el supuesto secuestrador le pregunta a Yamila datos para comprobar si realmente está hablando con ella. El chat es el siguiente, transcrito de forma exacta:
-Quieres de regreso a Guadalupe viva?
-Sí
-Tu eres la madre??
-Sí, soy yo
-Estás sola?
-Sí, por?
-Quieres tenerla de regreso?
No se conoció públicamente cómo siguió la charla aunque las fuentes consultadas por este medio aseguran que no existió un pedido de recompensa, pero sí dan a entender que la soltarían en breve. Por eso, se realizaron trabajos de inteligencia y tareas con efectivos de la Policía de San Luis vestidos de civil por si los supuestos secuestradores liberaban a Guadalupe.
La Interpol emitió la alerta amarilla por la niña, lo que servirá para darle visibilidad internacional. Para colaborar con la investigación los países pueden solicitar e intercambiar información relativa al caso. Su madre le imploró a la comunidad “No dejen de compartir su foto (en las redes sociales) hasta que aparezca”.