Nahiara: 3 días de agonía, Miranda y Erbín fueron declarados culpables

El 7 de abril del 2020, la pequeña Nahiara Soledad Miranda de 3 años perdía la vida a causa de un fuerte traumatismo en el cráneo. Vivía en el paraje Las Mochas, a 37 kilómetros de la localidad Los Menucos, un pequeño pueblo de nuestra provincia con tan solo 2600 habitantes.

El lunes 23 comenzó el primer Juicio por Jurados en General Roca y las audiencias se llevaron a cabo hasta el 27 de agosto.
Las dos personas imputadas son Valeria Miranda (20 años), la madre de la niña, y Carlos Erbín (39 años), ex pareja de Valeria y padrastro de la menor. Erbín es imputado por “lesiones graves y leves agravadas por haber sido cometidas con violencia de género, en concurso real con femicidio”, mientras que la madre lo será por “lesiones graves y leves agravadas por el vínculo, en concurso real con homicidio calificado por el vínculo”.

La estrategia del imputado fue presentar a Valeria como una madre “descuidada y violenta”. Ante el jurado manifestó que su pareja ejercía violencia sobre la pequeña: “La fajaba con lo que tenía, era fría y descuidada”, expresó. Incluso dijo que él le pedía a su pareja que dejara de golpear a la niña. Además, aclaró: “Yo no la maté, pero tampoco puedo asegurar que haya sido Valeria.”

En tanto Miranda, que declaró primero, se despegó del crimen y responsabilizó al hombre que se encuentra en prisión preventiva. En cierto punto, Valeria se paró y le gritó “¡Asesino!” y luego continuó con su relato. Comenzó expresando que su ex pareja ejercía violencia hacia ella y hacia la pequeña y que el entorno familiar del hombre sabían todo lo que ellas estaban pasando pero que jamás les brindaron ayuda.

Luego de este punto se presentó una contradicción: Erbín declaró que Medina le había dicho a él que la niña se había caído de la escalera y que él no había visto nada; Miranda, por su parte, expresó que su pareja le había manifestado que Nahiara se había caído de la escalera pero que ella no le creyó. “Yo estaba adentro de la cocina, sentí un golpe, y Soledad estaba caída. Él estaba al lado de ella con un rebenque en la mano y me dijo que les mintiera a los milicos. En respuesta a esto, el hombre explicó que el rebenque era un objeto de uso en las tareas de campo y que jamás había violentado a la niña.

La violencia que sufría la niña fue constatada por las pericias forenses: Nahiara falleció producto de los golpes. Los familiares requirieron la ambulancia y cuando esta llegó, constató que la niña no presentaba signos vitales y se confirmó el deceso.

Actualmente, Erbín se encuentra en prisión preventiva en tanto que Miranda goza de libertad desde el año pasado, cuando la jueza Gadano sostuvo que no existían riesgos procesales de entorpecimiento de la investigación o fuga.
El Jurado Popular quedó seleccionado el viernes y consta con ocho hombres y ocho mujeres de distintas localidades del Alto Valle y de la Línea Sur. Será el primer juicio con esa modalidad en esta Circunscripción Judicial.
El viernes 27, ya finalizado el debate, los titulares del jurado popular deliberaron en una sesión secreta y dieron su veredicto final: Valeria Miranda y Carlos Rubén Erbín fueron declarados culpables.

En el caso de la madre, fue acusada por “abandono de persona, agravado por el vínculo, seguido de muerte”, a pesar de los intentos de su abogado de absolverla por haber sido víctima de violencia de género y manipulación por parte de su pareja. La pena por este delito oscila entre los 5 y 15 años.

Su pareja fue encontrado culpable de “lesiones graves y leves agravadas por haber sido cometidas con violencia de género, en concurso real con femicidio”. Recibiría la pena máxima en caso de que el juez lo imponga.
Los exámenes forenses dieron como resultado que la menor fue víctima de una serie de maltratos sostenidos en el tiempo que terminaron por matarla. Según el fiscal jefe de General Roca, Andrés Nelli, “Soledad tenía 35 golpes en la parte delantera y 11 lesiones más en su parte trasera”. Además, dijo que los padres “le produjeron un certero golpe en la cabeza con un rebenque que le ocasionó un hematoma que fue en aumento hasta que le produjo la muerte y agregó que la nena agonizó tres días, no murió de forma inmediata. “Murió abandonada y en soledad”, exclamó.
Para el fiscal y la querella, ambos son culpables ya que creen que podrían haber hecho más para poder salvar la vida de la niña de apenas 3 años, si hubiesen llamado a la ambulancia antes.

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