Dios y patria, o muerte: El discurso ‘patriota’ de la antidemocracia.
El sábado 8 de enero, panfletos de odio y una bomba molotov se encontraban en la casa del director de la región sanitaria n°1, Maximiliano Núñez Fariña de la ciudad de Bahía Blanca. Panfletos que ya salieron a la luz desde el año pasado, siempre acompañados de bombas y discursos sectarios de odio con un ultranacionalismo atroz.
La bomba al Ateneo Néstor Kirchner fue el inicio de una etapa de persecución fascista, arraigada a la doctrina patriótica de la mano dura, y sin censura.
La frase Nunca Más vuelve a tomar posicionamiento en la militancia peronista en busca de la justicia para hallar a los culpables que intentan propagar el miedo para desestabilizar la política que ellos consideran moralmente incorrecta.
Cuando se habla de Dios y patria como el conjunto perfecto de la vida que se supone que deberíamos tener, trae consigo discursos llenos de odio e incongruencias, oraciones cegadas de la realidad que solo describen una utopía que atrasa todo tipo de desarrollo cultural y social.
Estás agrupaciones saben que su visión de la vida perfecta es una utopía, inclusive para las épocas que ellos quieren reivindicar.
Su visión política es clara, no quieren a nadie que tenga pensamientos populares. Marxistas, peronistas, agrupaciones de izquierda, barriales, sindicatos y colectividades indígenas están en la mira de una agrupación que se puede considerar golpista.
Un 14 de noviembre demostraron su cara más peligrosa y racista, lanzaron una bomba molotov y panfletos discriminativos y amenazantes en la casa de Olga Curipán (líder y referente mapuche ante el INAI). No tardó gran parte de la sociedad y militancia bahiense al repudiar todos estos actos que vienen de la mano de la agrupación que se dio a conocer como Comando de restauración Nacional Mohamed Alí Seineldín.
Reivindicar a Mohamed Alí Seineldín, es reivindicar la antidemocracia y la libertad ciudadana (la que se supone que ellos intentan lograr). El levantamiento cara pintada liderado por Seineldín con la ‘’Operación Dignidad’’ en la pascua de 1987 fue repudiado por todo un país, hasta el día de hoy, los argentinos y las argentinas no queremos vivir en un país donde verdaderamente se nos prive de nuestra libertad y nuestros derechos conquistados gracias a las masas populares sean vulnerados.
Mohamed Alí Seineldín es considerado como un terrorista de estado y un personaje fascista argentino (junto con Aldo Rico).
Estas acciones atentan contra los principios de la fundación de Argentina, nuestro lema ‘’En unión y libertad’’ queda marchito si estas agrupaciones lograsen cada uno de sus objetivos. Ya han demostrado que son capaces de cualquier cosa para lograr sus objetivos, por más que sean pocos, tienen recursos y una manera medrosa para hacerse ver ante la sociedad.
Pregonan la libertad y las palabras de Dios, pero en ambos aspectos manifiestan lo contrario. Panfletos con oraciones innecesariamente violentas denotan sus pensamientos homofóbicos, racistas, antisemita, antidemocráticos y anti Argentina.
Tienen grupos de tareas, personas y agrupaciones en la mira a los cuales ya han demostrado su preocupación y repudio por estos actos. Se le pide no solo a la comunidad bahiense, sino a toda la población argentina en tratar de frenar desde donde puedan para que estas agrupaciones conservadoras de ultraderecha no crezcan. Tienen recursos, y cualquier persona con un pensamiento contrario es considerado enemigo (sean o no políticos o lideres reconocidos). La peligrosidad de todo esto es que son capaces de cualquier cosa, y en el panfleto en la casa de Maximiliano tenia como titulo ‘’¿Quieren muertos? Los van a tener’’.
¿En que momento toda la población en si les va a dar un alto a estas agrupaciones conservadoras y amarillistas? No hay que esperar un muerto para ‘pararles el carro’ a estos golpistas que actúan desde las sombras y el anonimato. La paz se ve perjudicada, como la nación y nuestras libertades si más agrupaciones como estás siguen congeniando y planificando actividades.
La democracia es nuestra mejor herramienta para manifestar ideas, todo atentado contra ella es un atentado a la soberanía nacional y popular.
Justicia, que se hallen a los responsables y se les de su condena, en bien de la libertad, la democracia, la patria y Dios. Ya se han cometido muchas atrocidades en nombre de Dios, no permitamos otras.
Nunca más.