Milei Presidente: ¿Y ahora qué?
En las pasadas elecciones que se celebraron el 19 de Noviembre fue un giro inesperado por algunos y esperado por otros, desde el 10 de Diciembre el proyecto neoliberal encaminado por el economista Javier Milei y compañia tomarán las riendas no solo del futuro de los argentinos y argentinas, sino, de los caminos del mismo en la inserción económica mundial.
El rockstar Javier Milei se impuso por 2.960.320 votos ante Sergio Massa por el oficialismo, quedando de esta manera posicionado como el segundo presidente más votado después de Juan Domingo Perón en dos ocasiones, sacándole el mérito a Cristina Fernandez de Kirchner en 2011.
Durante el día electoral se vivió un proceso histórico; por primera vez se encontraban propuestas completamente diferentes, con candidatos que eran el reflejo exacto del Ying y el Yang, el tigre versus el león, Sergio Tomás contra Javier Gerardo. El sufragio popular eligió a Javier Gerardo, pero cabe preguntarse si la elección de Milei será un antes y un después en nuestra vida.
Antes de ganar las elecciones fue un ferviente proclamador del capitalismo salvaje que no dudaba en dejar en claro sus intenciones como presidente.
Las propuestas de Javier Milei fueron exactamente todo lo contrario a lo que nosotros estamos acostumbrados, será completamente arduo, inclusive para las clases más precarias el poder subsistir a una salud privada, un sistema de educación arancelada, recortes en este caso inminentes en los ministerios, agregando ajustes a la libertad de expresión de los ciudadanos mediante la protesta, etc.
Ante todo esto se esperaba una respuesta clara en las urnas, toda la expectativa popular después de las elecciones generales se inclinaba a un Massa ya presidente con el 36% ante el 30% de Milei. El oficialismo tendría una espectacular lavada de cara demostrando a un Sergio Massa en todo su esplendor como político, al día siguiente de las elecciones fue el problema de ‘’desabastecimiento de combustible’’ donde Massa fue contundente contra los empresarios de combustible (petroleras) logrando de esta manera tan simple una diferencia entre Massa y Fernandez, un antes y un después gubernamental.
La pasividad de Alberto en este contexto electoral si fue necesaria e inclusive pedida, su gobierno no fue el esperado, y usando expresiones criollas fue un vende humo. A pesar de haber asumido y al poco tiempo comenzó la pandemia, al inició del año siguiente la guerra, fue un globo de esperanza que se fue desinflando semestre a semestre, y la hipocresía de Fernandez aumentaba la desesperanza en la política según la mirada popular. No logró revertir en gran parte los ajustes que nos dejó como herencia Mauricio Macri, ni con el tan esperanzado cambio de paradigma ante el FMI, que ya de por sí fue completamente insostenible. Se trató de un gobierno con ‘estado presente’ en ciertos ámbitos, más que nada en el aumento de ayuda social y producción industrial, pero la sociedad no notaba mejoras, el hambre aumentaba porque aumentaban los precios y la economía más o menos se mantenía, una estanflación, y como toda estanflación da paso al discurso popular del buen vivir sin importar de qué ideología política provenga.
Dejando atrás el mandato de Alberto Fernandez, dicho presidente aportó con sus acciones a darle relevancia al discurso antiperonista, aunque también no solo fue el discurso antiperonista, valga la redundancia fue el discurso anti popular lo que hizo auge en la campaña del electo presidente Milei.
¿Como alguien con un discurso popular va a al mismo tiempo dar un discurso anti popular? esta es la diferencia entre izquierda y derecha, Miriam Bregman por su parte habló del descontento social y los ajustes, pero sus votantes el famoso 2% es un sector que está integrado al conocimiento político como es el marxista, ven la realidad del día a día pero con otra perspectiva mucho más combativa, en cambio el votante de Milei que es clase precarizada ve la realidad del día a día, pero se queda con eso, la realidad del día a día que se deja llevar por una idea que es alimentada e inflada por los medios de comunicación más cotidianos, que están en manos de todos todo el tiempo.
No se puede hablar de la ignorancia del votante cuando todas las herramientas del estado no fueron suficientes para dar a conocer un proyecto político y mucho menos para revertir el descontento. Se hizo en ultima medida hacer exactamente lo mismo que la campaña de Milei, copar todos los medios de comunicación, y por más que con obvias razones se reforzó la notoriedad del estado con Massa, el daño ya estaba hecho, el personaje de libertador económico ya estaba instalada con un discurso altamente transgresor. Y así fue como comenzó, como un personaje mediático que daba el discurso anti político que dice un trabajador promedio y fue suficiente, porque Javier Milei por más que tenga una trayectoria trabajando en política económica, no es una figura repetitiva de la política argentina, ni siquiera de los que pasan por desapercibido, una jugada maestra desde el 2018.
Ante todo esto, es claramente que Milei ya tenía en su agenda ser Presidente de Argentina porque lo tenían en su agenda también. Veníamos de una trayectoria de más de 20 años sin interrupción neoliberal, desde el argentinazo del 2001, donde además el gobierno de Macri fue nada más que un leve intento, pues las gestiones de los Kirchner marcaron fuertemente la vida de los argentinos con una soberanía industrial y política que dejaba atrás la herencia de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
La inserción de extrema derecha en Argentina fue completamente mediática, proyectada a los jóvenes que más adelante serían los que llevarían adelante la campaña de Milei presidente. El auge del feminismo en el gobierno macrista hizo resonar y poner en discusión no solo la falta de paridad salarial, sino marcar la ausencia del estado en los casos de femicidios, la interrupción voluntaria del embarazo marcó una línea entre dos posiciones políticas y morales. Personajes como por ejemplo Agustín Laje dieron cátedra de la ‘racionalidad moral y política’ poniendo como eje central del mismo un metabolismo de odio, darle voz a ese otro sector social que culturalmente estaba siendo cada vez más marginado por el negacionismo ante todo echo de derechos humanos, el mismo se fue alimentando de otros discursos que quedaron opacados por la política presencialista.
La irracionalidad política le ganó a la democracia, empezando por los más jóvenes que en su mayoría se demostraron ajenos al conocimiento político ya que se criaron en un ambiente de pasividad económica y bienestar social, no pueden en gran escala saber las diferencias de un gobierno por ejemplo como el de Cristina Kirchner y Mauricio Macri, o Alberto Fernandez. La gestión de Alberto, atentó directamente contra la clase laburante que ya venía golpeada por el gobierno macrista y aumentó durante el año 2020 manteniéndose en idas y vueltas que se acomodaron con políticas públicas para solventar el descontento social, ante todo esto no puede significar de otra manera que un giro brutal a la extrema derecha, el neoliberalismo puro.
De manera peyorativa, las acciones del oficialismo fueron mucho más que sus palabras, por más que hayan intentado estar a la altura del discurso era en vano cada intento, era de cierta manera insostenible. A pesar de los intentos de los militantes peronistas en cambiar la decisión del voto que el fín no era peronizar, sino dar a conocer el discurso de Javier Milei explicando la crudeza de sus propuestas, ya que si no se puede defender un oficialismo va a ser más factible analizar al contrario.
Lo realmente inesperado, y vale decirlo así, fue la Vicepresidenta electa Victoria Villarruel, que después de las PASO se le habilitó el micrófono y dio a conocer no solo su ‘’negacionismo’’ ante la dictadura porque avala la misma, sino sus lazos con Miguel Etchecolatz y el dictador Jorge Rafael Videla entre otros, fue su negacionismo ante temas tan básicos de los derechos humanos en su esplendor, no significa mucho nombrarlos uno por uno ya que denota su falta de empatía con el pueblo argentino y la memoria del mismo. La verdadera campaña del miedo no fue la que Scioli le hizo a Macri, sino la que Milei y su conjunto hicieron con ellos mismos, La Libertad Avanza con sus protagonistas del espacio demostraron algo nuevo que es disfrazar sutilmente ante los ojos de sus votantes la incoherencia de sus políticas bajo la propuesta liberal que hace retorcer al mismo Alberdi en su tumba.
A raíz de todo esto, el inciso 19 del artículo 75 del Congreso Nacional establece el desarrollo humano, la garantía intrínseca de la justicia social (la cual Milei cataloga como una aberración), desarrollo profesional de los trabajadores, valor de la moneda nacional, investigación y desarrollo científico, etc. Invito a leer todos los incisos del artículo 75 (algunos más que otros) pero de igual manera, da a entender que este país sobre sus principios fundamentales la soberanía del mismo y la distribución de derechos serán supeditadas por las propuestas que Milei a hecho en torno a sus declaraciones sobre las verdaderas libertades individuales, que son justamente colectivas. Milei va a tener que pasar por el congreso, pero esto ha sido claramente ocultado para con sus votantes de que no pierdan la mínima esperanza de un cambio.
El tema sobre la educación fue lo que más se hizo auge para desencantar a los votantes libertarios, la gran mayoría ha estudiado en la escuela pública, y los mismos han avalado un sistema de vouchers y que se pague cada uno su educación. Pero sin tocar inevitablemente ese tema, es increíble cómo se posicionó a la población en el olvido de sus derechos que gozan diariamente, los y las trabajadores se van a quedar sin el derecho a la indemnización por despido, pasando a ser la mano de obra precarizada en un juego de los patrones con los peones. Empezaron a ver a la política y a la ciudadanía como números, porque nada da más certeza que los números y más si lo dice un economista extravagante, ellos mismos se posicionan de manera indirecta como un gasto.
El posicionamiento de defensa individual de los ciudadanos a mi parecer, puede sonar exagerado o no, es catastrófica, se creó un discurso tan fascista a estar a días del ballotage que pensé distintas alternativas de un gobierno tanto de Milei como de Massa, el fascismo en democracia ganó terreno y lo demuestra la vicepresidenta electa que reprimió a 40 años de democracia el sentido negacionista, avivó en algunos la pasión por la represión y la violación de los derechos humanos, sin saber que los derechos humanos dan garantía de la verdadera libertad individual. Personajes nefastos como Sabag Montiel que gatilló dos veces la cabeza de la Vicepresidenta Cristina, me animo a priori a garantizar que su impunidad será completamente garantizada, y no solo la de él, el 2×1 de Macri y la ley de obediencia debida harán una formulación que serán la garantía de una impunidad de la falange del Estado. Y esto se llevaría a cabo en una verdadera represalia contra la libertad de expresión y autores de manifestaciones populares.
Responsabilizar a los medios de comunicación es por momentos lo más patriótico que se puede hacer, porque ellos instalaron a Javier Milei en la vida de los argentinos como un personaje mediático. La agrupación Atlas y la fundación Libertad pusieron la plata para que Milei sea televisado y diera a reconocer de manera más pintoresca el libre mercado y al neoliberalismo, darle una imagen nueva ante una dictadura del socialismo estando en democracia.
Javier Gerardo Milei fue garpado de todos lados, inclusive siendo candidato a Presidente por Mauricio Macri que de manera fílmica demuestra su hambre de poder, hambre de poder que hizo caso omiso la industria del entretenimiento. Macri controla el poder judicial, periodistas, políticos, y mueve influencias en la AFA, FIFA… se comprueba completamente, pero no se pone a discusión porque también garantiza eso, ahora está instalado en la Casa Rosada y a los políticos que le bajaron el dedo a Milei también lo hizo Macri con ellos, lo estaría demostrando con el nuevo gabinete de la Libertad Avanza.
El principal mesías del neoliberalismo es Macri (impuesto por él también) Javier Milei es la figura en la que se apostó (y Macri aprovechó) para que sea transgresor de la democracia y que acarreó a personajes nefastos en sus filas, idolatrando también a los personajes que han escrito páginas crueles en la historia de nuestro país como los mencionados Videla y directamente la junta militar hasta el 83, Etchecolatz y compañía, Menem, de la Rúa, sino también a Martinez de Hoz (ministro de economía durante la dictadura), Cavallo uno de los principales responsables de la crisis económica del segundo mandato de Menem y que dió el batacazo final en la que el pueblo absolutamente dijo basta con Fernando de la Rúa. Lo peor de la política entró en La Libertad Avanza, y después de las generales también con una lavada de cara si es que no se les cayó. El llamado anticasta fue como la flauta de Hamelin para poner caras nuevas con un trasfondo alimentado por la mismísima casta, incluida Villarruel por la casta militar, y demás personajes como Ramiro Marra que pasó con pena y sin gloria por Consenso Federal de Lavagna.
Todas las señales de lo que se venía estaban en discusión sobre la mesa, Sergio Massa no pudo ser garante de frenar lo inevitable, la discusión política tiene más vigencia que antes de la pasividad estructural en la que nos acomodó el kirchnerismo. No había lugar para que el negacionismo fuese una respuesta política, no hubo lugar para que el disparate económico sea material de debate de si esta bien o no dolarizar, de si el mercado de órganos es un mercado más que solamente tiene que ser avalado, cerrar el Banco Central, la venta de armas como fruto integral de la defensa ciudadana; se manifestaron propuestas y discusiones como si se tratara de construir un país primermundista y todo lo que se planteó es del medioevo, absolutamente anti patriota la aspiración de tener un país modelo, no hay nada más bajo que usar esa herramienta de legitimidad.
Se les dió vía libre para batallar contra el ‘’culturalismo marxista’’ y fue escalando poco a poco de manera premeditada para sacar a luz el frasco de vinagre madre que atrae a los ajos de todos los puntos del país, por más que ya era así, pero ahora salen a mostrarse sin pudor de tener un discurso que atenta contra las verdaderas libertades individuales, y es lo más increible como tienen notoriedad, usar un discurso de libertad individual que atenta contra las libertades individuales.
Se comieron el verso de libertad a 40 años de democracia, a tal punto que las clases pisoteadas por las clases más altas creen que la libertad es salir de ese yugo nefasto del cual somos adoctrinados por la meritocracia. No puede ser de otra manera menos objetiva que soslayar la voluntad popular de un buen vivir a creerlos reprimidos de un estado, cuando la verdadera libertad de que eso no pase es justamente no votar al proyecto de Milei.
¿Qué rol ocupará el oficialismo? sin que la obviedad sea ser oposición, el encanto popular por los derechos adquiridos mediante la protesta será pulso latente para dar vuelta las políticas que se intentarían llevar a cabo por el gobierno de la libertad, la ahora oposición deberá ser el puente de la memoria colectiva, reavivar el significado de la democracia, poner en voluntad los pañuelos blancos de las madres como bandera y velar por nuestra soberanía sobre Malvinas sin olvidar a los caídos. A 40 años de democracia con todo lo que la palabra democracia significa tiene que ser el escudo contra las fechorías de las cuales ganaron las elecciones.
La imagen de Cristina Fernandez de Kirchner no tiene que ser considerada como la única figura política de la oposición, ya siendo parte del gobierno a estado en contra de las decisiones de Alberto Fernandez y fue menospreciada por los mismos compañeros del espacio peronista. Lo de agarrar el bastón de mariscal por obvias razones fue de Massa después de las generales, pero no se trata de la representación de un político como figura del descontento ya que eso hizo Milei. El bastón de mariscal es populista, y va haber más de uno y una que intente disputarlo en su espacio político y que se amolde al contexto social, no puede representar las decisiones de una minoría que en si son reglamentados por el poder económico.
Desde el lado amarillo, el bastón de mariscal es tirano, ser participe de las decisiones de ese espacio es aceptar la subordinación de un unico jefe como creador del mismo.
Ahora, resta preguntarse si en el gobierno de La Libertad Avanza Javier Milei va a tomar el bastón de su propio gobierno. Alguien completamente inestable que durante su campaña fue un disparate tras otro, las incongruencias de sus certezas y las acciones del mismo que lo pone nervioso hasta que tosan.
Al día siguiente de las generales Milei compartió el bastón del espacio libertario con alguien que simplemente no comparte, maneja directamente la Corte Suprema sentado desde una reposera y ahora llenó de amarillo un gabinete desproporcionado.
El hartazgo social llevó a votar un candidato innato, con un fuerte eufemismo desde su entrada como político donde no tenía nada que perder, ya había alimentado a un sector que con su militancia denotaba una malquerencia hacía las masas populares, pero que aún así la demagogia fue factible para dar cátedra de un discurso profano sobre nuestra realidad.
En 10 días, tenemos nuevo presidente.
“En el país del no me acuerdo, doy tres pasitos y me pierdo…”
- María Elena Walsh.