Se llevó a cabo el juicio por el homicidio de Lucas Caro.
Durante el 2, 3 y 4 de agosto, se llevo a cabo el juicio contra Matías Vázquez, acusado por homicidio culposo agravado por el homicidio de Lucas Caro, un joven de 17 años. El 27 de febrero de este mismo año, alrededor de las 23:30h, en la Avenida Bustillo a la altura del km 9,800, Vázquez conducía de manera imprudente y en estado de ebriedad. Fue ahí cuando embistió al joven, que iba caminando junto a su novia, Aymará, y la mamá de ella por la banquina de la avenida. En el momento del accidente, el imputado se dio a la fuga sin dar ningún tipo de asistencia.
Luego de varios meses de marchas y reclamos de justicia en las calles, en los tribunales y en los medios, se realizó finalmente el juicio que dio la sentencia a Vázquez, dividido en tres días. El Tribunal era integrado por los jueces Marcelo Alvarez Melinger, Marcos Burgos y Bernardo Campana. La fiscal a cargo, Betiana Cendón, la Defensa a cargo de Juan Pablo Alvarez Guerrero y Martín Pastoriza y la querella a cargo de Raúl Ochoa fueron las partes intervinientes.
En el primer día de juicio, el imputado, Matías Vázquez que estaba sentado junto a Juan Pablo Álvarez Guerrero, su abogado, solicitó tomar la palabra antes del inicio del juicio para pedirle perdón a la familia y testificando que él también tiene hijos y “entiende” el dolor de la familia. “Desde ese día, todo cambió para mí y para ustedes“, dijo haciendo referencia a la noche del 27 de febrero. El juicio comenzó cerca de las 9:30 am, y una de las primeras personas que habló fue la fiscal, Betiana Cendón, abriendo su exposición asegurando que “se llega a este juicio como pocas veces, con una investigación en la que la evidencia habla por sí sola”, e indicando que Vázquez actuó de manera negligente, antirreglamentaria y temeraria, por conducir con un nivel de alcohol en sangre superior a lo permitido, en una graduación de 1,52 g/l según el examen de alcoholemia, y a una velocidad de 110 km/h. Enfatizó que el conductor se dio a la fuga y que por su manera de conducir pudo haber ocasionado más víctimas ya que el joven caminaba junto a otras dos mujeres.
La primera testigo de este juicio fue la mamá de la novia de Lucas, que caminaba junto a ellos dos la noche del accidente. Regresaban al barrio Militar, donde ella vive con su hija, luego de que habían ido a cenar a una cervecería ubicada en el km10.
De golpe sentimos solamente una acelerada. Aimara empezó a gritar, yo empecé a gritar, no lo vimos a Lucas, el auto siguió por el ripio, levantaba tierra y no veíamos nada. Después retomó la ruta. Cuando mermó la tierra lo vimos a Lucas tirado boca arriba en la zanja, con sangre en la nariz, solo movía su brazo izquierdo.
Pasaron dos camionetas blancas que me esquivaban. Yo me paré en el medio de la ruta y después paró otro vehículo que fue el chico que me ayudó y le hizo RCP a Lucas. Después pararon otros vehículos.
Cuando salí a la ruta no podía ver por la tierra que levantó el auto por la velocidad, por eso no podíamos encontrar a Lucas.
Perdimos una parte de nuestra vida. Nuestra vida ya no es la misma, esta persona no solo se llevó a Lucas, se llevó un pedazo de cada uno, mi hija ya no es la misma. Todo lo que tenían planeado para su futuro se evaporó por una imprudencia.
Claudia Blasi, madre de Aymará, la novia de Lucas.
Otro testigo fue Sebastián Velázquez, un automovilista que estuvo presente esa noche. En su declaración, expresó que se detuvo por las señas que le hizo un hombre. Con ese sujeto, corrieron donde había quedado el cuerpo a una superficie mas plana, el movimiento no había sido más de metro y medio. Velázquez, con conocimiento previo, comenzó a practicar maniobras de RCP, pero explicando que en ese momento el joven ya no tenía signos vitales. Sebastián relató que, antes de detenerse, se cruzó con una camioneta de marca Subaru (el automóvil que Vázquez conducía esa noche) a alta velocidad en sentido contrario al que él iba.
Testificaron también: Leandro Fernández, bombero del cuartel Melipal; los policías: Ezequiel Galván y Cecilia Arreche; la médica generalista del hospital zonal, Nahir Hoogstra, quien certificó la defunción de Lucas luego de practicar maniobras de reanimación más avanzadas; Saulo Pinto, agente policial, quien le realizó el test de alcoholemia al imputado la mañana del 28 de febrero en la comisaría 27; y Carlos Villalobos Caro, tío de Lucas, que acompañó a la madre de la víctima cuando le informaron sobre la situación.
En el segundo día, declaró tanto un médico como un forense que desestimaron las pruebas presentadas por la fiscalía, así como los amigos de Vázquez, quien había encontrádose en un cumpleaños durante toda la tarde y noche de esa jornada.
Bauer, en su testimonio, explicó que “en el cálculo del test no se puede determinar, con precisión, los niveles de alcohol en sangre de Matías Vázquez al momento del siniestro.” También explicó que los golpes que tenía la víctima, como la doble fractura de cráneo, el traumatismo en el tórax y pulmones, e indicó que el mismo incidente pudo haber ocurrido a solo 30 km/h. Contó que, por las fracturas de cráneo, “el impacto fue desde atrás y que la victima tuvo un golpe con un objeto contundente”.
El médico también contradijo la acusación de la fiscal Cendón, asegurando que el cálculo clínico por el que se pudo llegar a la cifra de 1,52g de alcohol en sangre, lo que presuntamente registraba Vázquez al momento del accidente, “no tiene rigor toxicológico para tomarlo como único dato”. Cuestionó también el método que usaron la mañana del 28 para hacerle el test al imputado, que fue la pipeta, “en los ámbitos médicos se encuentra cuestionado ese sistema” expresó. Una de las últimas cosas que declaró fue que, si Matías Vázquez había ingerido alcohol luego del accidente, eso también podría haber cambiado el resultado.
Luego fue el turno de testificar de los amigos de Vázquez, que estuvieron unas horas antes de lo ocurrido con el imputado. Uno de ellos fue Federico Ghiglione, que contó que al momento de salir del festejo observó al acusado “en condiciones de manejar” y que lo vio “normal”, mientras caminaba hacia el vehículo. También contó que él iba a irse en el auto de Vázquez, pero se le presentó otro plan, entonces al final no lo hizo. A Ghiglione se le preguntó el estado del automóvil de Matías a lo que el contestó “un auto viejo pero está bien”.
El siguiente en testificar fue otro asistente de la fiesta, Marcos Barberis, actual Jefe de Gabinete del municipio, quien dio a conocer que, con Vázquez, mantiene un vinculo familiar. Barberis contó que cada invitado de la fiesta se dividió por el predio y que muchos tuvieron la oportunidad de comprar por su cuenta bebidas alcohólicas, entre ellos el imputado, pero que no sabía qué cantidad había ingerido cada uno. La fiscal Cendón preguntó a Marcos si el acusado estaba en condiciones de manejar, a lo que el Jefe de Gabinete respondió que no lo podía afirmar pero que habló con el acusado en distintas ocasiones y no notó que estuviera bajo los efectos del alcohol.
Pero la tercera declaración de uno de los asistentes contradice lo que testificaron Barberis y Ghiglione. Juan José Arenas asistió a la fiesta con su familia y al momento de preguntarle sobre el estado de ebriedad de Vázquez contestó lo siguiente: “una persona con un estado como podría haber estado yo también, en estado de ebriedad”.
En esta misma jornada, Paula Lucchini, que esa misma noche manejó por la Av. Bustillo, fue testigo de como Vázquez conducía esa noche. Lo vio invadir el carril contrario, recordando el momento como “espeluznante” y de parte del acusado “suicida“. Paula afirmó que Matías manejaba con movimientos zigzageantes, “esa noche no había manera de que no muriera alguien“, aseguró frente a los jueces. Terminó su testimonio lamentándose no poder haber intervenido de alguna manera para evitar la muerte de Lucas.
En el tercer y ultimo día de juicio la fiscal Betiana Cendón tomó palabra y expresó lo siguiente:
- “Tal como se prometió al inicio del debate, ha sido comprobada cada parte de la acusación presentada“
- “La defensa no pudo plantear siquiera dudas, las evidencias se transformaron en pruebas elocuentes y acabadas”
- “El debate inició con una confesión disfrazada de perdón.”, “Si no lo hizo, para qué pide disculpas. Si no se escapó, para qué pide disculpas. Si no tomó alcohol, para qué pide disculpas”
Luego, Cendón se centró en el hecho, alegando que Vázquez no realizó ninguna maniobra para esquivar a las personas que esa noche estaban caminando sobre la banquina, y que al momento de lo ocurrido no frenó. Recalcó que el acusado claramente no estaba en condiciones de manejar, y que su estado era de ebriedad.
No hay empatía en la personalidad de Vázquez, pretendió lograr la impunidad, pretendió incorporar una pericial oftalmológica. Lo vio caminar, lo vio golpear contra el parabrisas, lo vio volar y se fue. La evidencia es contundente.
No hay más que decir que lo que ha dicho la evidencia.
Fiscal Betiana Cendón.
Raúl Ochoa, abogado querellante, acompañó todos los dichos de la fiscal y destacó que las pruebas dadas durante el juicio de dejan ni un lugar a dudas. “No hay dudas que Vázquez se llevó la vida de Lucas Caro, en una actitud totalmente imprudente. Adhiero a la fiscal y pido que lo declaren culpable”, expresó.
Durante esta jornada, también tomó lugar el perito accidentológico Néstor Vidal, aseguró que no existe forma de que Vázquez no se diera cuenta de que había atropellado a alguien. El cuerpo de la víctima dio contra el capot y el parabrisas tras el primer impacto. Además, describió que según los cálculos realizados, el vehículo que Vázquez conducía circulaba a unos 109 kilómetros por hora y que no frenó antes del impacto, aunque sí existió una desaceleración.
En la jornada de hoy se hizo presente la novia de Lucas, Aymará, pero por decisión del tribunal de juicio, este testimonio no se hizo público.
Por la defensa, Pablo Álvarez Guerrero, defensor de Vázquez, comenzó su defensa afirmando que “No voy a entender nunca el dolor por la pérdida de un hijo, porque es intransferible. Es lo primero que hay que decir”. Luego expresó que, para culparlo con agravantes, en este caso por exceso de velocidad y alcohol en sangre, tienen que estar comprobados y tienen que ser exactos. Guerrero cuestionó que no se aplicó una extracción sanguínea para hacer los datos más certeros. La defensa hizo mucho énfasis en que no se sabe que hizo el acusado luego de lo ocurrido expresando “Me están trayendo una alcoholemia para atrás sin saber qué hizo Vázquez, si siguió tomando cuando llegó a su casa”. Y en relación a la velocidad, Álvarez dice que tampoco se puede asegurar a qué velocidad iba el imputado para poder acusarlo como un agravante.
Luego de estos 3 días de juicio, el fallo se conocerá el lunes 9 de agosto, a las 9 de la mañana.