Karen Bustos: cronología de un femicidio captado en cámaras.
Este lunes a las 6 a.m. se encontró el cuerpo de una joven de 18 años en la entrada de un salón de fiestas abandonado. La víctima era Karen Bustos, vivía junto a su familia en Castelar, era la menor de 10 hermanos, estudiaba Derecho y trabajaba junto a su madre Liliana los sábados en una feria.
En distintos medios se dieron a conocer filmaciones de la madrugada del lunes para poder identificar a la víctima y al agresor. En estas grabaciones se puede observar como Karen y otro joven de 21 años, identificado como Rodrigo Rivero, se pasearon por distintos bares y sitios de entretenimiento de Merlo y Moreno en el transcurso de la madrugada. Además, quedó documentado como Rodrigo recoge una piedra y una botella de vidrio que posteriormente usaría para perpetuar el crimen.
También se muestra la presunta persecución de Karen a Rodrigo (la hipótesis que llevan es que le hubiera robado el celular) y luego solo se observa al joven caminando tranquilamente.
Las madres de los jóvenes se enteraron del hecho gracias a estas filmaciones, que fueron reproducidas en las noticias:
Liliana se dirigió junto a una de sus hijas a la comisaría 1ra de Moreno para afirmar que su hija era la chica de los vídeos.
El martes al medio día la madre de Rodrigo llamó al 911 informando que el joven buscado se trataba de su hijo. La policía allanó la casa de la mujer (donde el celular de ambos habían estado activos) pero no encontraron nada.
Además se descubrió que Rivero ya tenía antecedentes previos: su ex pareja, y madre de su hija de dos años, lo acusó de haberla golpeado y amenazarla con un cuchillo reiteradas veces incluso con su hija en brazos.
“No es la primera chica a la que le pega, siempre fue violento, tiene varias denuncias y estuvo detenido”, indicaron las familiares de Karen.
El informe preliminar de la autopsia confirma un “triple mecanismo homicida”: estrangulamiento, cortes en el cuello, probablemente causados con una botella rota, y politraumatismos severos en el cráneo y en el rostro.
Liliana declaró para el noticiero de Telefe: “Hoy soy yo la mamá que pasa por este momento. La humanidad se está perdiendo, hay mucha maldad en la calle.”
Y agregó “Ahora se está diciendo de mi hija que era prostituta y es mentira, las dos trabajamos juntas. No es cierto que lo es, porque ella tuvo a su papá que le paso la manutención como corresponde y yo le di todo lo mío. Es mentira eso que dicen ¿Por qué mienten?”.
Exclama refiriendose a los distintos medios de comunicación que se inventaron que Karen ejercía la prostitución como si eso alivianara el crimen, o como si por ser prostituta se lo hubiera buscado.
Rodrigo Rivero sigue prófugo desde el lunes: vestía una campera oscura con gris en la parte baja, y cierre blanco, una gorra con visera blanca y azul con letras blancas, pantalón oscuro y zapatillas oscuras con suelas blancas. También tiene una cicatriz grande en el torso y una lesión reciente en el rostro . “Compartan por favor: queremos Justicia. Si alguien sabe con quién frecuentaba, que nos diga, todo sirve para encontrarlo. Es un enfermo que mató a mi tía hasta desfigurarle la cara”, dice el mensaje que publicó una de las sobrinas de Karen en su perfil de Facebook.
Hoy tenemos que lamentar otra mujer víctima de la violencia de género, un suceso que se podría haber evitado si la justicia hubiera actuado en el 2019 contra el femicida. ¿Cuántas denuncias se necesita para que accionen? ¿Cuántas familias más tienen que quedar destrozadas por el nulo accionar judicial? Hoy es Karen, mañana puede ser cualquiera de nosotras.