La situación de la Biblioteca Sarmiento “es lamentable”, dijo Martini.

Maria Eugenia Martini, legisladora provincial y presidenta del bloque FDT, se expresó en relación a la grave situación que atraviesa el espacio luego de recorrerlo junto a Gonzalo De Estrada, presidente de la Asociación Biblioteca Sarmiento.

Martini dialogando con Gonzalo de Estrada. 23/06/2021. Imagen: Joaquín Collazo.

La legisladora Martini conversó, en el transcurso de la semana pasada, con el presidente de la Asociación y los empleados de la Biblioteca. Según relatan, está en riesgo el pago de los aguinaldos de un total de 10 empleados. Solamente uno de ellos recibe su sueldo bajo la órbita de la provincia de Rio Negro. La Ley Provincial N.°2278 proclama que la provincia le debe pagar a la biblioteca el equivalente a 40 salarios mínimos y aportar 6 empleados. Este monto sería equivalente a 1,6 millones de pesos anuales.

El último pago que recibió la Biblioteca desde la administración provincial fue de 50 mil pesos en junio del 2020. Este importe era de un convenio firmado desde el año 2018. La municipalidad de San Carlos de Bariloche tampoco ha tomado medidas ante esta crisis y acumula una deuda de 2 años por el incumplimiento de pagos obligatorios fijados por una ordenanza.

“Es lamentable que por dos días de la contratación de un espacio privado se pague lo que le corresponde un año a la biblioteca sarmiento”, expresó la legisladora haciendo referencia a que Ariel Ávalos, secretario de Cultura, prefirió pagarle por un solo día 1,2 millones al establecimiento privado La Baita por el alquiler de uno de sus salones -sólo 400 mil pesos por debajo del monto anual que debería ser asignado a la biblioteca-.

“Es bochornoso que no se priorice la cultura popular y la cultura de acceso gratuito en la provincia”.

María Eugenia Martini, presidenta del bloque de legisladores provinciales del frente de todos.

Es importante destacar que la biblioteca cumple una función social; no solo funciona en nuestra plaza del Centro Cívico, sino que también va a los barrios y tiene su propio club de narradoras y lectores.

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