Vivir de la música: el trabajo de lxs artistas callejerxs.

Durante el comienzo de la pandemia, el trabajo de muchas personas se vio transformado y trastocado a lo largo del mundo. En la ciudad, se ha hablado de numerosos rubros laborales que se han visto frustrados por la falta de turismo, pero un sector de los trabajadores/as han quedado invisibilizados: los artistas callejeros/as.

Este rubro, estas personas que viven de su arte, tuvieron que adaptarse a los cambios bruscos de la pandemia para hacer eso que tanto les gusta. Es por ello que entrevistamos a Chelo Miranda, artista callejero que trabaja en la ciudad, tocando su música en los colectivos.

“Yo trabajo con la música desde el año 2015. En esa época yo vivía en Buenos Aires y para ir a trabajar (en ese momento yo trabajaba en relación de dependencia, por microcentro) a veces me topaba con artistas que estaban cantando en el subte, y viendo lo que generaban en mi y en muchas personas me dieron muchas ganas de probarlo. Entonces en aquel año empecé a tocar en el subte y después, yo renuncié a mi trabajo. Desde ese momento yo vivo del arte callejero y bueno, en Bariloche desde el 2018, que me mudé acá”.

Profundizando más sobre su decisión de “largarlo todo” por la música, Chelo dice que “la realidad es que no sé si podría elegir un motivo por el que me dedico a ésto. Es algo muy lindo vivir de lo que uno ama, que es cantar, también tocar la guitarra. Es algo que sigo eligiendo más allá de la coyuntura y de la situación adversa digamos, en esta situación de pandemia. Es algo que amo hacer y también es muy gratificante cuando la gente lo valora, que por suerte siento que acá en Bariloche la gente le gusta mucho. Siento muy buena onda por parte del público acá en Bariloche.”

¿Y cómo es la relación con el público? Miranda nos cuenta que “hay distinto tipo de público. Ahora quizá no hay tantos turistas, pero en Bariloche históricamente recibimos mucho turismo y, bueno, ese es un público que quizás está mucho más relajado y viajando. Pero más allá de eso, el público barilochense es muy cálido. La verdad que me hace sentir muy gratificado por su buena onda, por las lindas cosas que me suelen decir.”

Quisimos conocer cómo siguió continuando con su trabajo en este contexto tan particular: “Incluso en un contexto de pandemia, en el que yo me mantuve tomando las precauciones y cuidados necesarios, la realidad es que nunca he tenido ninguna negativa por parte de la gente, siento que eso es algo muy positivo”.

También, frente a la situación del boleto con la empresa de Mi Bus, algo intrínsecamente relacionado con su trabajo, Chelo nos comentó cómo ve el panorama desde su situación personal: “Yo cuando llegue a Bariloche, si no me equivoco, salía alrededor de $17 o $19 el boleto. Hoy, tres años después, está $41 y la empresa lo quiere llevar a $94. Veo que es un problema que abarca varias cuestiones: el sueldo de los trabajadores que no aparece en tiempo y forma y después termina derivando en paros. Los servicios que son malos, los colectivos que están en mal estados, que no tienen las rampas para personas con discapacidad, los pocos que habían se los llevaron durante la cuarentena…  La realidad es que la empresa deja bastante que desear y bueno, sinceramente por las cosas que yo hablo con los choferes, si bien se dice que puede venir una empresa nueva, tampoco lo veo muy conveniente. Es muy complicado”.

En varias ocasiones, Chelo hace directos en sus redes sociales para ofrecernos un rato de su buena música: En Instagram lo podemos encontrar como @chelochelomiranda, y también tiene algunas cosas colgadas en su canal de YouTube, en donde aparece como Chelo Miranda. “Más que nada tengo material de cuando cantaba en el subte y algunos vídeos cantando en el colectivo de Bariloche, del verano del enero de 2020, antes de la pandemia”.

Es fundamental visibilizar la situación que viven todos los días los artistas callejeros y artesanos. Apoyarlos en los transportes, via pública y virtualmente, hace que como sociedad valoremos todas las formas de trabajo y demos espacio a que ellos puedan seguir creciendo en la ciudad.