“Llega el momento y no tenemos los recursos”: combatir el fuego en primera línea.

En condiciones extenuantes, y muchas veces con pocos recursos, las brigadas combaten el fuego en primera línea. Hablamos con una integrante del SPLIF para conocer a fondo esta realidad.

La temporada de incendio fue una preocupación constante en el trayecto del 2021. Diferentes organismos remarcaron la importancia de no hacer fogones en lugares no permitidos, de no dejar residuos que puedan ocasionar focos de incendio bajo el rayo del sol, se ha resaltado la necesidad de cuidar el agua ante la emergencia hídrica que azota a la zona. Sin embargo, aunque todos estos recaudos estén al alcance de nuestra mano como ciudadanos y habitantes de este paraíso, la naturaleza en sí misma puede hacernos pasar un mal trago.

Fue entonces cuando, por la caída de un rayo, se inició el fuego en el lago Martin a 58 kilómetros de Bariloche. Desde aquel martes 7 de diciembre, numerosos brigadistas lo han combatido incansablemente. 43 días. Sábados, domingos, navidad y año nuevo. Entre tanta fake news, reclamos de particulares afectadxs por el incendio, vecinxs autoconvocadxs, discursos políticos en contra del gobierno nacional, desde Dardo Cabo Medios quisimos darle voz a quienes se encuentran en este momento en línea de combate. En este caso, nos comunicamos con Gabriela Villarroel, perteneciente a la brigada de SPLIF Bariloche (Servicio de Prevención y Lucha de Incendios Forestales, creado por ley provincial en 1987), única mujer – y madre además – del cuerpo.

“Yo entré al SPLIF hace ya siete años. Entre en el año 2015 a trabajar como radio operadora. Rendí como combatiente, como todos, pero en ese año fui como radio operadora y estuve tres años en la radio y ya van a ser cuatro años que estoy en la línea de combate”. Gabriela nos cuenta que su formación ha sido constante en sus siete años como brigadista, y que – como puede apreciarse – disfruta de lo que hace. Sin embargo, este servicio a la comunidad conlleva algunos sacrificios.

¿Cómo es el día a día de un brigadista durante el combate de un incendio?

“El SPLIF, se divide en cuatro brigadas distintas de casi 13 personas cada una. Yo pertenezco a una brigada que cumple 24 horas acá en Bariloche, tenemos un listado de “salidas a incendios afuera” se le dice. Una vez que se dividen de a dos combatientes van, viajan y están siete días en el incendio, viven en ese lugar en el albergue que nos toque, que por lo general son escuelas. La institución nos provee de un almuerzo; a veces poca, a veces no se puede comer, pero bueno, ellos nos proveen de una vianda al mediodía que es la húmeda y la seca, y para la noche siempre pasamos a buscar la cena. Convivimos siete días ahí en ese lugar, al que prácticamente vamos a dormir nada más porque el día comienza a las 4:30 hs. de la mañana y finaliza a las 22 hs. Si te duchas, te duchas rápido porque sabes que tenes 10, 15 compañeros más para hacer lo mismo, a veces podes llamar a la familia, a veces no, a veces no tenes señal en todo el día y muchos quedan acá preocupados”.

Sin embargo, la labor del brigadista no inicia y termina con la temporada de incendios aunque el sentido común de muchos ciudadanxs así lo asevere. Gabriela destaca que fuera de la temporada de incendios se trabaja en campañas de concientización, en pedidos de mejoras de herramientas, indumentaria, etc.

“Hay mucha gente que hoy a nosotros, y no me gusta tampoco esa palabra, nos tienen como héroes. Y aparece ahora porque se ve una columna de humo. Pero como cabe destacar y siempre lo digo, nosotros muchas veces protestamos cuando estamos en baja temporada que es en abril, mayo – cuando estamos en invierno – también hacemos trabajos. Estamos abocados a la emergencia climática, siempre. Como provincia ayudamos, pero nos manifestamos siempre en temporada baja. El año pasado recuerdo haber estado en el Centro Administrativo pidiendo por mejoras salariales, mejoras en equipamiento, en indumentaria, y la gente muchas veces critica porque piensan que trabajamos sólo tres meses. Pero pedíamos por esto. Porque llega el momento y no tenemos los recursos”.

En cuanto a los recursos, ¿Qué sucede con los aviones hidrantes?

“Se habló mucho de los medios aéreos, que no se compraron y demás. Cabe destacar que muchas veces los medios aéreos no vuelan por las condiciones del incendio y siempre para poder hacer un trabajo efectivo necesitas de gente abajo que te abra. Acá la vegetación es muy alta y necesitas gente abajo que abra y además se tienen que dar las condiciones meteorológicas, que no haya viento, que las temperaturas no sean muy altas para que el disparo sea efectivo”.

¿Cuál es el disgusto con Cabandié?

“Por nuestra parte, como combatientes de provincia, reclamo nuestro no hay. Si sé que hay reclamo por parte de brigadistas de lo que sería Parques Nacionales y del sistema, pero ya referido a que los sueldos no están acordes y el accionar en cuanto a los recursos. Lo que se pelea es que no haya habido recursos antes o quizás no ahora mismo, sino de años anteriores porque esto se sabe hace tiempo, se sabía de antemano. Están las áreas técnicas que estudian estos casos y creo que el reclamo va por el lado de que los recursos no estuvieron antes de que sucediera todo esto”.

Cabe destacar que además de lxs brigadistxs del SPLIF, que son de dependencia del Ministerio de Producción y Agroindustria de la Provincia de Rio Negro, también está el cuerpo del ICE (Incendio, Comunicación y Emergencia) que responde a Parques Nacionales, en este caso, de la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi, trabajando en numerosas ocasiones de manera conjunta y brindándose apoyo.

Siendo habitantes de un parque nacional, cabe preguntarnos ¿Realmente estamos enteradxs de la labor de lxs brigadistas de incendios forestales? ¿Realmente apreciamos ese trabajo? ¿Aportamos nuestro granito de arena para evitar estos focos? Más allá de los sucesos naturales como el que dio inicio al incendio del lago Martin, muchas veces, mientras un brigadista almuerza entre las cenizas, otrxs desdeñan advertencias, recomendaciones y prohibiciones de fogones en lugares no permitidos.