Perú épico: El corazón de Sudamérica decide.
Sus críticos avatares actuales y pasados, se plasman en el balotaje que mantiene a la región en vilo.
El balotaje en Perú concluyó ayer, con una participación del 76% del electorado (Un porcentaje alto para ese país). El conteo provisorio hasta ahora, con el 93,8% de las actas contabilizadas, arroja resultados sumamente ajustados: Castillo suma el 50,18% de votos (8.501.553) por el 49,80% de Fujimori. Lo último en contabilizarse, será el voto en el extranjero, y ese puede ser un dato muy relevante, según se podrá ver a lo largo de éste artículo.
La primera vuelta, por el contrario, había dejado resultados sumamente dispersos. El ganador, el candidato Pedro Castillo, de Perú Libre, un partido de izquierda filo marxista, sacó apenas 19,099% de los votos, pero le permitió tener el primer lugar, con Keiko Fujimori, de Fuerza Popular, con el 13,368%, mientras el tercero, Aliaga, y el cuarto, Soto, obtuvieron 11,699% y 11,593% respectivamente.
¿CÓMO ES PERÚ?
Perú es un país relativamente grande, y con importancia en la región. Con 33.150.000 de habitantes, Es un país fuertemente concentrado: Lima, su capital, concentra el 28% de la población, y las primeras tres ciudades (Lima; Trujillo y Arequipa), concentran el 35% de la población. Su extensión territorial es de la mitad de la Argentina. Y junto a la Argentina el segundo es el segundo país con mayor diversidad geográfica y climática (Tiene todos los tipos de territorio excepto glaciares). Perú es definido geográfica y sociopolíticamente, principalmente por las zonas costeras y de sierras, adentrándose al Amazonas profundo por el este, y los desiertos del sur, y limita en sus más de 7.000 km de fronteras con Bolivia; Brasil; Ecuador; Chile y Colombia.
El 60% de la población es mestiza, y el 26% descendiente de pueblos originarios. Es uno de los países con mayor diversidad étnica, ya que las culturas antiguas se encuentran muy presentes, con identidades definidas y en manejo fluido de lenguaje desde tiempos precolombinos, con sus diversos dialectos. Hay que recordar que fue el epicentro de la principal civilización originaria, y la segunda más avanzada y conocida: Los Incas. Sin embargo, su herencia civilizatoria antigua es más compleja y profunda, remontándose a poblaciones coetáneas a chinos y sumerios, hacia 4.000 años antes de Cristo.
Es uno de los países de la región, junto a Uruguay y Ecuador, más afectados por la emigración. Aproximadamente el 9% de la población vive en el extranjero (ONU) (Principalmente EEUU, España y Argentina). Para dimensionarlo, Uruguay tiene el 18% de su población viviendo en el exterior; Paraguay el 12,5%; y varios escalones abajo, países, por ejemplo, como Argentina, con el 2,2%.
La economía peruana es principalmente extractivista, y se basa en la agricultura; la minería y la pesca. Es uno de los principales exportadores de café, junto a Colombia, y es junto a México uno de los mayores exportadores de plata del mundo. Si bien tiene una gran base de propiedad comunal, en general la concentración económica es un mal estructural muy común en economías extractivistas y poco industrializadas. La concentración de la riqueza tras casi medio siglo de gobiernos elitistas y liberales de derecha y centroderecha desde los años 60´ hasta hoy, solo interrumpidos por 5 años de un fallido intento progresista, han dejado como saldo una de las sociedades más desiguales y de la región, a pesar de sus inmensas riquezas.
Y es que, pese a que los elevados ingresos de exportaciones, la pobreza alcanza al 26%, según el instituto gubernamental de Perú (INEI).
MOMENTO DE DEFINICIONES:
El resultado final no está definido aún, pero la tendencia indica un triunfo ajustado de Pedro Castillo. Perú Libre, ha recibido para la segunda vuelta, el respaldo del arco de izquierda y centro izquierda, mientras la derecha y centro izquierda ha respaldado, junto al poder económico de Perú, a Keiko Fujimori.
La corrupción, la fragmentación política; el malestar social; la inestabilidad y fragilidad institucional, son males que castigan al país desde hace décadas, y se han agravado fuertemente por la pandemia. En los últimos tres años, Perú ha tenido cuatro presidentes, de los cuales el último, Francisco Sagasti, a cargo desde noviembre de 2020, representa al Partido Morado, una alternativa de centro-derecha moderada y antifujimorista.
El sistema de partidos peruano está literalmente destruido. 31 de los últimos cuarenta años de gobierno, desde la recuperación de la democracia en 1980, han sido hegemonía de partidos de centro; centro-derecha; liberales; neoliberales y conservadores, principalmente Acción Popular; el APRA encabezado por Alan García; Cambio 90, encabezado por Alberto Fujimori; Peruanos por el Kambio, liderado por Kuczynski; opciones de centro demoliberal como Toledo, o nacionalismo de tipo socialista como Humala, desprestigiadas por las mismas prácticas políticas que sus adversarios, y poco exitosas en sus estrategias políticas, han dejado al país en un camino sin salida hasta hoy.
Las principales fuerzas que se enfrentaron ayer en segunda vuelta, congregan y expresan un escenario de degradación institucional y desánimo popular por su clase política, tendiente a un esquema de polarización extrema que obliga a ambos campos a intentar fortalecer sus posiciones y estrechar sus lazos internos para acordar, ya sea como oficialismo o como oposición, un nuevo comienzo.
La paridad de posibilidades de crecimiento o estancamiento de fuerzas, pese a la ventaja estructural de Fuerza Popular de Keiko Fujimori, de contar con casi todos los recursos económicos y mediáticos, obliga a que ambos deban considerar a futuro la idea del acercamiento de posiciones o acuerdo de gobernabilidad, para poner fin a la inestabilidad, pues ninguno de los dos, cuenta con una mayoría aplastante que le permita llevar a cabo las grandes transformaciones que el país necesita. Sobre todo, para reducir la terrible desigualdad y carencia de prestaciones sociales que sufre la población mayoritaria.
Keiko Fujimori es hija del japonés-peruano Alberto Fujimori, presidente durante el período (1990-2001), cuya fuerza política sigue siendo muy relevante, pese a los males que le ha significado al país, en términos de expolio económico, matanzas sangrientas por los que fue juzgado a 25 años de prisión, y presunta corrupción. Lidera Fuerza Popular, un partido de extrema derecha surgido de las fuerzas fujimoristas de su padre en alianza con otros sectores afines. Keiko ha caído en las redes de la guerra judicial continental por el escándalo de Odebrech, al igual que otros líderes políticos, casi todos de derecha, a excepción de Humala, que también sufrió acusaciones de vínculos con el caso.
José Pedro Castillo Terrones es un docente de origen campesino, ligado al sector político de Toledo, con una carrera política iniciada en el sindicalismo, sobre todo de orden campesino. La principal acusación en su contra es la presunta vinculación al MOVADEF, un brazo orgánico civil de la organización Sedero Luminoso. Lidera Perú Libre, un partido de izquierda, de ideas de tipo marxista, simpatizante del mundo de ideas de la figura de intelectuales como Mariátegui. Castillo, si bien no coincide plenamente ni procede de Perú Libre, ha encabezado su lista y representa toda una novedad en la política de un país signado por la hegemonía cultural y política derechista y neoliberal.
Tanto Castillo como Fujimori, se han visto obligados a moderar sus discursos en los últimos días de campaña, buscando convencer al voto indeciso y salir de la paridad en la intención de votos.
Ambos concentran los núcleos de votos de extrema derecha y extrema izquierda respectivamente, y sus lazos con partidos moderados definen los alcances de sus posibilidades de crecimiento. Pero la realidad es que tanto la “derecha” como la “izquierda” están fragmentadas y sus partidos deslegitimados en grado sumo.
Puede ser una gran incógnita el voto en el extranjero, en tanto variable propia de países con gran población en el extranjero. Algo que no es tan relevante para sistemas electorales como el argentino. Y es que las vivencias y perspectivas de tales ciudadanos, pueden escapar, aunque sea parcialmente, del ambiente de “fragmentación polarizada” que está viviendo el país. Sobre todo cuando todo voto cuenta.
Sucede al contrario que en Argentina en cierto aspecto: Mientras en Argentina, la moderación dio lugar a grandes coaliciones que encierran y limitan posturas extremistas, ordenándolas bajo un esquema político institucionalizado, cuyas fracturas dejan la oportunidad a figuras extremistas de sondear la opinión pública con discursos demagógicos, en Perú, la carencia de partidos políticos fuertes y la degradación de la clase política, han resultado en elecciones fragmentadas en las que las posiciones extremas superan una miríada de partidos atomizados, pero requieren desde ahora apresurar, a último momento, alianzas precarias con éstos, para alcanzar un status de coalición luego de las elecciones, ya sea para poder gobernar, o para poder alzarse como un oposición fuerte. Un rol fundamental lo tendrá el Poder legislativo peruano, basado en un sistema unicameral con 130 escaños, que ha quedado plasmado en la primera vuelta con 10 partidos diferentes, de los cuales, los contendientes de ayer, acaparan apenas 37 (PL-Castillo) y 24 (FP-Fujimori).
https://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Per%C3%BA_de_2021
https://sinia.minam.gob.pe/mapas/mapa-incidencia-pobreza-total-segun-departamentos-ilac-2008
https://www.milenio.com/internacional/elecciones-peru-envivo-resultados-vuelta-fujimori-vs-castillo
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-57379994
https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/emigracion/uruguay
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56713351
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42485115
