Washington: La reunión de Massa con el Fondo Monetario Internacional
La agenda política del gobierno esta semana, pasando por la Cumbre Iberoamericana y el encuentro entre Alberto Fernández y Joe Biden, continuó con la reunión entre el ministro de economía Sergio Massa y la subdirectora del Fondo Monetario Internacional Gita Gopinath.
En el encuentro entre los presidentes de Argentina y Estados Unidos así como en la reunión entre el ministro de economía y el FMI en Washington D. C. el tema principal fue la revisión del programa del Organismo financiero.
La sequía sufrida este año, la mayor desde 1944 que llevó al gobierno a declarar emergencia hídrica, generó una perdida de divisas de más de 20 millones de dólares que desestabilizó la ya frágil balanza de pagos del banco central, siguiendo esta problemática, la negociación con Estados Unidos resulta imperante debido a que este país tiene gran peso dentro del mercado mundial y es el que posee el mayor numero de acciones dentro del FMI. Luego de la reunión con Biden, Alberto Fernández comunicó el apoyo del gobierno estadounidense a un acuerdo que no destruya la estabilidad económica asegurando que el presidente estadounidense declaro que “los organismos internacionales de crédito deben tener una política específica para los países de renta media”.
Específicamente, la reunión entre Massa y Gopinath trató el desembolso de 5.300 millones de dólares acordado en la última revisión del acuerdo que llevó a cabo el FMI hace un par de semanas que se espera que sea aprobado la semana que viene, relacionado al financiamiento interno sostenible, teniendo estimada una mayor entrada de reserva de dólares para este año en la expectativa de una mayor producción agrícola, el inicio de funcionamiento del gasoducto Vaca Muerta y la extracción de Litio (del cual Estados Unidos es el mayor comprador de Argentina).
Asimismo, se logró acordar con el FMI una flexibilización de la meta de reservas para este año, inicialmente pactada una cifra de aproximadamente 7.800 millones de dólares de reserva neta, se disminuyó a 4.300 millones; sin embargo, la meta de déficit fiscal fijada en 1,9% del PBI resultó inamovible.
Hay que tener en cuenta que muchas de estas flexibilizaciones del acuerdo con el FMI no resultan gratuitas ni son mucho menos una muestra de deseo por el desarrollo económico de Argentina, con el objetivo de poner en orden la macroeconomía argentina es sabido que se reducen muchas políticas orientadas al apoyo de los sectores más vulnerables de nuestro país, en palabras del Fondo Monetario Internacional: “a través de controles continuos de gastos, una mejor focalización de los subsidios energéticos y de la asistencia social, y una mejor priorización del gasto del capital, al tiempo que protegen el gasto social y de infraestructura prioritario”.