Licencia para piquetear: tractores sí, negros no.

El pasado sábado 23 de abril se dio inicio a una nueva marcha en contra del gobierno. La marcha denominada ‘’tractorazo’’ fue furor y no por ser multitudinaria, la persecución política y la demagogia ocuparon un rol sorpresivo en la protesta. La misma se basaba en la negativa al Impuesto a la renta inesperada que deberán pagar las empresas que hayan tenido una facturación superior a los 1.000 millones, no los productores.

Nada es sorpresivo a estas alturas cuando ‘’el campo’’ sale a reclamar que ellos son los más afectados cuando el gobierno toma medidas para los que más ganan a costa de los trabajadores del campo. La pequeña elite de grandes productores hizo eco una vez más de su malestar, pero no es un malestar general, desde hace más de 100 años hacen apología a que ellos solamente mantienen en pie al país, como si los únicos que sostienen el primer eslabón de productos primarios fuera esa minoría que se manifestó en Plaza de Mayo.

La marcha convocada por grandes productores agropecuarios y rurales no ocasionó un malestar en los medios de comunicación y en determinados sectores ‘privilegiados’ de la sociedad como cuando salen a manifestarse los trabajadores que son despedidos y tienen sueldos que no sobrepasan la canasta básica universal.

Portada de Twitter CampoMasCiudad

El apoyo mediático profundizó el discurso de ‘’la cultura del trabajo’’, haciendo énfasis a que la minoría del tractorazo son los únicos perjudicados y que si no fuese por ellos, los argentinos no comen, ignorando completamente que los medianos y pequeños productores son los que sostienen la producción y demanda interna (de los cuales no asistieron al tractorazo).

Marchar en contra de un impuesto que ni siquiera van a pagar es lo de menos, no desaprovecharon la oportunidad de despilfarrar aversión en contra de representantes del gobierno y de las abuelas de plaza de mayo colgando nuevamente muñecos con sus rostros. Un accionar aborrecible que no tuvo la misma repercusión como cuando verdaderamente se toca el bolsillo de la clase trabajadora y sus protestas son con justificación de bronca y dolor.

La nieta de Estela de Carlotto, Bárbara Carlotto, señaló en su cuenta de twitter ‘’La bolsa con la cara de mi abuela no falla nunca en este tipo de movilizaciones. La grieta es democracia y derechos para todxs o antidemocracia y privilegio para pocxs’’

Hacer alabanza a la muerte y la persecución política, además de tener el descaro de sonreír al hacerlo es infame, muchísimo peor fue el apoyo de sectores partidarios que hacen demagogia con los trabajadores y el hambre de la gente como Juntos por el Cambio y Libertad Avanza. Las marchas del campo siempre resultaron ser foco de indignación popular (como cuando derramaron litros y litros de leche).

Considero que dato mayor es que está triunfando la ideología liberal al hacerse de ‘’sentido común’’. El no pagar impuestos está en boca de todos otra vez. Como pasó en el 76, y en los 90. Y quizás se imponga nuevamente por 10 años hasta ser desplazado por el relato socialista, progresista o por el peronismo.

Como a diferencia de otros países no definimos un modelo de país con consensos básicos después de una gran guerra civil, se nos impide definir un sendero básico de desarrollo. Y todo esto comienza en Caseros. Estados Unidos logró desarrollarse de la justa e igual distribución de la tierra. Luego, en un sistema de competencia entre los productores cada uno fue avanzando en base a sus propios méritos y a su capacidad de desarrollarse y actualizarse.

Pero en Argentina el relato es otro, y es ominoso, la tierra quedó dividida en grandes latifundios para pocos terratenientes que se hicieron propietarios y no productores agropecuarios. La familia Blanco Villegas en la Patagonia es un ejemplo.

La agrupación macrista campo+ciudad lanzó un comunicado un tanto chocante al hablar con un pluralismo que deja mucho que pensar; como por ejemplo el inicio donde redactan ‘’Es el reclamo de un pueblo que se cansó de vivir mal para que sus políticos vivan bien’’ la demagogia es nefasta, ellos deciden formar parte del pueblo cuando la situación lo requiere, al igual que hablar mal de los políticos cuando campo+ciudad se fundó en pleno gobierno macrista con ayuda del gobierno, y siendo apoyados actualmente por Espert, Larreta, Bullrich y demás.

¿El campo somos todos? No, el campo no somos todos. En cada manifestación no se ve llegando a la gente en camionetas Hilux y siendo minoría que hace ruido porque manejan altas reservas de dinero. Es igual de nefasto como cuando hacen apología a la cultura del trabajo, las mayores denuncias de explotación laboral son hacía los patrones del campo, sin olvidarnos del ex Diputado nacional por Salta Alfredo Olmedo que tenía básicamente a sus trabajadores en situaciones de esclavitud.

No se puede seguir haciendo énfasis a otra lucha inexistente sin pretexto, y apoyar a un sector que no se moviliza en las calles y en las redes sociales apoyando los paros docentes, al personal de salud y cuando despiden a millones de gente. Recordar que en pleno gobierno macrista la elite del campo hacía eco a mandar a reprimir y haciendo ver que ellos eran los únicos que trabajaban y no se quejaban, porque claro, son sus propios jefes.

Se especula que el sueldo de un peón promedio sobrepasa los 70.000 pesos, teniendo en cuenta que es en blanco y con horarios. Sin embargo, ni siquiera se acercan a cobrar los más de 70.000 pesos, hablando con Pablo Esteban Rojas, un ex peón de campo que trabajó 7 años me dijo lo siguiente. – mira, eso va variando por categorías, el mínimo es de $52.570 por mes, y el jornal es de $2.207, pero el peón que cosecha hace poda y raleo trabaja 3 días por día. Cuando empieza la temporada después lo largan, por tanto, no sé el precio, pero nunca agarran esos $52.570, a no ser que hagas trabajos varios entonces estas por día y el horario es de 8:00 de la mañana a 12:00 y de 13:30 a 18:00 de lunes a viernes y el sábado de 8:00 a 12:30.

Luego expresó las razones por las que dejó de trabajar. – mira yo dejé porque me cansé de que se aprovechen de uno, y más de una vez andar persiguiendo al patrón para cobrar y muchas veces volver con las manos vacías, y tener que ir al laburar y no tener ni siquiera pan duro para llevar para comer en el laburo, que te dejen tirado en el campo y encima te maltraten cuando vas a cobrar.

La crisis alimenticia también es responsabilidad del campo, inclusive mucho más, son los que manejan la soja, trigo, carne, etc y encima ha habido casos de contrabando. Es esencial que la elite del campo de una manera responsable y coherente llegue a un acuerdo con el gobierno nacional sin utilizar el hambre y pobreza del pueblo de la cual ellos no están ni cerca de vivir.

Agradecimiento especial a Rocío González y Pablo Esteban Rojas.

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