El reclamo de la Feria Peatonal Emaus.

El día miércoles 28 de abril, el intendente Gustavo Gennuso dictó las nuevas restricciones y medidas sanitarias para San Carlos de Bariloche. Entre estas medidas, se dispuso el cierre de espacios de recreación, culturales, deportivos y al aire libre y la feria peatonal se vio obligada a cerrar temporalmente, generando muchos conflictos y preocupación entre lxs feriantes.

El Subsecretario de Comunidad y Territorio, Marcos Pavón, junto a Luciano Olivera, el coordinador de la feria peatonal y de la feria “Sin Fronteras” fue quien dio la noticia. Según él, debido a la pandemia y el aumento en gran escala de los casos de coronavirus, cerrarían la feria peatonal hasta el 13 de mayo. Esto desató la preocupación y frustración de los feriantes, quienes expresaon su enojo, la necesidad de trabajar y el desacuerdo de la gente con las medidas.

Desde Dardo Cabo Medios entrevistamos a Sandra Varela, delegada y vocera de los feriantes de la feria peatonal:

”El reclamo es que tiene que ser la ley pareja para todos, no se puede cerrar una parte y la otra no. La reunión fue informal y no se registró ningún acta, solo se informó que la feria se cerraba. Cuando yo pasé el mensaje a la gente, los feriantes comenzaron a enojarse, porque los espacios de comercio que se denominan como Feria Antu y Sin fronteras no se cierran y nosotros que estamos al aire libre sí.”

Como medida de reclamo, vamos a ir los fines de semana de todas formas. Hay mucha gente que necesita de la feria, hay gente joven que va porque con la situación de la pandemia, no hay trabajo y van a ganarse unas monedas allá. Hay familias que necesitan y van día a día para comprar su alimento y abastecer su leña ya que el municipio solo les da leña verde que no sirve.

Sandra Varela, delegada y vocera de lxs feriantes peatonales.

Sandra continuó diciendo que “los feriantes nos tomamos mal las medidas. Si el municipio realmente quisiera ayudar, nos daría una mano para organizarnos. Nosotros ponemos nuestro aporte en los protocolos y las medidas sanitarias requeridas. En ningún momento se acercaron para trabajar en conjunto.“. Remarcó que siempre le piden a la gente que lleven su propio alcohol en gel y que usen el barbijo, al tiempo que expresó su disconformidad respecto a la situación de los baños públicos de la feria: ”Nosotros estamos hace un montón de tiempo exigiendo la mejora del baño. El baño se hizo con un poco de ayuda por parte de la municipalidad que puso dinero para la platea, los caños lo pusieron el hogar EMAUS. Nosotros compramos la tirantería y hasta pagamos los tornillos. Necesitamos un baño en buenas condiciones, hay fines de semana que no lo desagotan, el encargado no nos atiende o nunca está a disposición. Están para cobrar los tablones pero después no aparecen”.

Otra de las preocupaciones que expresaron fue respecto a la recaudación del alquiler de las mesas que se utilizan para poner el puesto: “no sabemos qué se hace con esa plata, con lo que se genera todos los fines de semana con el alquiler de mesas. Nunca los presentaron un papel de que se hizo con ese dinero. Cuando les preguntamos nos dijeron que no nos podían dar información, porque es algo del municipio y no le incumbe a la feria.”.

Claramente, el cierre del espacio desató también críticas hacia el funcionamiento en general de la feria Emaus. Pero la prioridad hoy, para estas personas, es el sustento económico: necesitan acompañamiento del Estado ante la decisión de imponer nuevas restricciones, sin medidas de alivio para un sector tan vulnerable e informal como este.

También se debe señalar que existe un grupo de feriantes que están de acuerdo con cerrar la feria durante el plazo de dos semanas, para reducir la circulación y bajar la curva de contagios. Este grupo, de igual manera manifiesta críticas similares al funcionamiento en general de la feria, pero acompañan esta medida sanitaria y tomaron la decision de no asistir a los puestos durante estos fines de semana.

Autora: Brenda Villagra.